Ernesto de Hannover y la hija de Pitita Ridruejo salen juntos

Ernesto de Hannover está enamorado de una mujer española. La afortunada es Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo. El jefe de la casa Güelfa se muestra con un muy buen aspecto y muy feliz junto a su nueva conquista, con quien ha pasado grandes días en Ibiza. Fue allí donde se conocieron, el pasado mes de julio, según informa la revista Hola! en su edición de este miércoles.

Los dos han disfrutado de varios planes veraniegos en la isla pitiusa y le han dado continuidad a su romance este pasado mes de septiembre. Se han visto en varias ocasiones en Madrid y han entrado de lleno al otoño disfrutando de un incipiente romance. No obstante, desde su entorno más cercano se apela a la prudencia y deslizan a la revista que es muy pronto para hablar de noviazgo «porque todavía se están conociendo».

A sus 67 años, Ernesto de Hannover ha recuperado la sonrisa junto a la artista, a quien su fallecida madre y sus amigos llaman Clo. Nació fruto de la unión de Pitita Ridruejo y Mike Stilianopoulos, quien fuera embajador de Filipinas en Londres y Madrid. Hace años que quedó huérfana. Tiene dos hermanos y aportaría a la relación dos hijos que tuvo junto al también artista Juan Garaizábal. Su Instagram está lleno de sus creaciones artísticas, conocidas como muebles-esculturas hechas con materiales reciclados.

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Ahora sólo queda ver si consiguen consolidar su relación sentimental, algo que al exmarido de Carolina de Mónaco se le resiste. Desde que se separara de ella en 2009 no ha vuelto a tener un romance sólido. Su última relación conocida fue con la condesa Maria Madalena Bensaude.

Ernesto de Hannover era noticia el pasado mes de septiembre por convertirse de nuevo en abuelo. Su hijo mayor, Ernesto Augusto y la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva, le dieron un nuevo nieto, una niña a la que llamaron Eleonora. No obstante, ha sido un verano convulso para él. En julio reapareció casi cuatro meses después de la celebración del juicio en la Corte Regional de Wels en Austria en el que se le acusaba de un presunto delito de agresiones y amenazas en estado de embriaguez. Ernst se enfrentaba a una condena de tres años de prisión que finalmente quedaron en diez meses en libertad condicional, pero que siguieron aumentando escándalos a su haber. A eso se le suma su proceso de desintoxicación del alcohol, un problema que ha debilitado su salud y que le ha hecho dar verdaderos sustos a su familia. Quizá el amor le haga sentar la cabeza y mostrarse más tranquilo.