Aunque suene a ciencia ficción, ralentizar el proceso de envejecimiento a nivel interno y externo es posible abordando terapéuticamente los daños inflamatorios, oxidativos y degenerativos. ¿Cómo se consigue? Hemos hablado con varios doctores para que nos cuenten el secreto de la eterna juventud.
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Vivir más tiempo y mejor es la misión de muchos investigadores que han demostrado que los factores externos, como la dieta, son fundamentales a la hora de influir tanto en la esperanza de vida como en la parte estética.
Qué es la medicina antiaging
La doctora Ana Neves, responsable de Medicina del Estilo de Vida de Clínica FEMM, nos informa de que un documento reciente de la OMS considera el envejecimiento como enfermedad «porque el proceso de degeneración y degradación de los tejidos es muchas veces irreversible». De ahí que exista la medicina antiaging que, según la doctora, es el conjunto de tratamientos, procedimientos, alimentación, hábitos de vida… que debe realizar una persona para envejecer con mayor calidad, con menos enfermedades y con un aspecto exterior más sano.
El doctor Joaquín Figueroa, especializado en Endocrinología y Nutrición en Medicina Preventiva y Antienvejecimiento, explica que en su centro realiza una serie de pruebas con las que puede «saber los niveles oxidativos e inflamatorios de un paciente, que son los que determinan la velocidad del envejecimiento». Una vez que descubre dichos niveles, desarrolla un tratamiento a medio-largo plazo basado en alimentación, ejercicio y horas de sueño adecuados a sus necesidades.
La importancia de dormir bien
«La hormona del sueño, la melatonina, es crítica en el proceso del envejecimiento. Es decir, si duermes bien tendrás un buen nivel de melatonina y hormonas de crecimiento, te oxidarás menos y favorecerá la salud en todos los aspectos», asegura en Dr. Figueroa.
La alimentación
La suplementación de hormonas, vitaminas y vitaminas ofrece la posibilidad de envejecer de forma menos agresiva. Pero también hay alimentos que son fundamentales para frenar el reloj biológico.
«Los superalimentos por sus peculiaridades y virtudes nutricionales proporcionan beneficios añadidos. Por ejemplo, las fresas tienen ácido acetilsalicílico, como la aspirina«, dice el Dr. Figueroa para explicar las virtudes nutricionales y terapéuticas.
Otra opción es complementar los platos con semillas. Los preparados de Linwoods, por ejemplo, van repletos de superalimentos. Contienen semillas de lino, calabaza, chía y bayas de Goji, estas últimas son increíblemente beneficiosas para el envejecimiento porque son ricas en fibra y antioxidantes lo que ayuda a prevenir los procesos relacionados con la oxidación.
Ayuno intermitente, un gran aliado
La doctora Ana Neves explica que «la estrategia del ayuno intermitente ayuda a ralentizar y mejorar el proceso de envejecimiento». Asegura que son varios los beneficios que se experimentan: «Aparte de una pérdida de peso, hay una mejoría metabólica en relación a los azúcares y resistencia a la insulina, también mejora la función celular de eliminación de productos tóxicos creados por el propio organismo».
Para los ayunos intermitentes, es muy importante estar hidratado. Así que las infusiones son un gran aliado. Para el verano están las de Cupper, pues son infusiones frías; es decir, no necesitan agua caliente para prepararlas.
Este tipo de estrategias nutricionales, «ponen en marcha muchas hormonas y sustancias químicas que contribuyen a la activación y rejuvecimiento», detalla el doctor Figueroa que asegura haber «conseguido revertir hasta 18 años la edad biológica de un paciente a partir de una dieta, ejercicios y toma de complementos».
