La retención de líquidos trae consigo temidas consecuencias que, a pesar de no ser graves, son molestas e interfieren en nuestra rutina diaria: mala circulación, piernas y tobillos hinchadas, aparición de bolsas y de celulitis. Estos son los efectos más característicos de la retención de líquidos y sus causas más frecuentes suelen estar relacionadas con una mala alimentación, cambios hormonales, llevar una vida sedentaria o el consumo de determinados fármacos. Hoy hablamos sobre cómo la alimentación puede influir en la retención de líquidos y te contamos qué alimentos no deberías ingerir para evitarla.
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Retención de líquidos
Antes de mencionar cuáles son algunos de los alimentos que influyen en la retención de líquidos, vamos a hablar de las señales que nos indican que la padecemos:
- Hinchazón de extremidades, rostro o abdomen.
- Celulitis: no se produce únicamente por la retención de líquidos, pero influye mucho en el problema.
- Infecciones urinarias.
- Pesadez y malestar general.
Alimentación
Nuestra alimentación es decisiva en lo que se refiere a la retención de líquidos. Entre los alimentos que la provocan, destacan los que tienen un alto índice de sal, la cual absorbe mucha agua y pasa al organismo acumulando esta en los tejidos.
Por lo tanto, deducimos que para mejorar la eliminación de líquidos de manera natural, lo primero y lo más recomendable será reducir el consumo de productos con un alto contenido en sal.
También deberíamos evitar los alimentos que contienen potasio, algunos de estos son los frutos secos, el pescado, el plátano, el aguacate, las ciruelas, las patatas, el melón, la calabaza o el calabacín.
Además, limitar el consumo de los precocinados, los encurtidos, los enlatados y los alimentos curados. No es necesario prescindir de ellos, pero hay que limitar su consumo.
El alcohol a su vez provoca retención de líquidos, porque dificulta la asimilación de azúcares y la eliminación de sal. El azúcar refinado tiene el mismo efecto negativo.