En la esperada secuela de Gladiator, que llega a la gran pantalla el próximo 15 de noviembre, Paul Mescal ha logrado algo que pocos actores pueden presumir: una transformación física impresionante que respeta la autenticidad histórica de su personaje, Lucio. A diferencia de los superhéroes que dominan la pantalla hoy en día, Mescal optó por un enfoque más realista para encarnar a un gladiador. Este detalle resuena no sólo en la gran pantalla, sino también en el mundo del fitness, donde cada vez más personas buscan entrenamientos funcionales y equilibrados.
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Paul Mescal sabía que interpretar a un gladiador requería un cambio físico. Sin embargo, su objetivo no era convertirse en el típico cuatro por cuatro que solemos ver en las películas de acción. En una reciente entrevista para la revista británica Empire confiesa que a la hora de moldear su cuerpo para convertirse en un gladiador optó por una transformación más acorde con la realidad histórica.
«Los gladiadores eran atletas de élite entrenados diariamente en los campamentos y dedicados a su oficio de combate», señala Mescal y explica que en lugar de centrarse únicamente en aumentar su masa muscular, el actor eligió un entrenamiento más funcional, buscando fuerza, resistencia y agilidad, los pilares de un gladiador capaz de sobrevivir en la arena.
Inspiración en el fútbol gaélico
Un aspecto fundamental en su preparación fue su enfoque en uno de los deportes más tradicionales de su tierra natal, el fútbol gaélico. «No sabemos cómo eran exactamente los gladiadores, pero sabemos que eran atletas entrenados a diario», explicó el actor. Al volver a sus raíces deportivas, Mescal integró movimientos funcionales y de resistencia, elementos clave del fútbol gaélico, que lo ayudaron a desarrollar las cualidades físicas necesarias sin alejarse de su propia experiencia.
Este tipo de entrenamiento, basado en el deporte tradicional, le permitió ganar resistencia sin sacrificar movilidad. Los gladiadores, como los jugadores de fútbol gaélico, no sólo necesitaban fuerza, sino la capacidad de moverse rápido y con agilidad en situaciones de combate.
En resumidas palabras el fútbol gaélico es un deporte irlandés que combina fútbol y rugby. Se juega con 15 jugadores y busca anotar goles o puntos.
Su entrenamiento funcional en ‘Gladiator 2’
Más allá de su herencia deportiva, Mescal también hizo fuerza funcional, donde el levantamiento de pesas jugó un papel central. En este tipo de entrenamiento, no se trata sólo de levantar objetos pesados, sino de hacerlo con cierto propósito. La idea es que cada movimiento que realizaba en el gimnasio replicara los gestos y exigencias físicas que su personaje viviría en la arena.
Según Mescal, el entrenamiento consistía en «levantar cosas pesadas durante mucho tiempo». Esta rutina no sólo le permitió ganar la musculatura necesaria para el papel, sino también la resistencia física y mental que su personaje necesitaba para soportar los combates diarios.
Alimentación: la clave del éxito
Cualquier experto en bienestar sabe que el entrenamiento es sólo una parte de la ecuación. Para que los esfuerzos físicos den sus frutos, la alimentación debe ser igual de rigurosa. En el caso de Mescal, su dieta fue fundamental para alcanzar sus objetivos. El actor desvela el alimento que se convirtió en su mejor aliado durante el rodaje de Gladiator 2: el pollo.
El consumo de proteínas es esencial para la recuperación muscular y el crecimiento, y Mescal lo incorporó como pilar en su preparación. Las proteínas ayudan a reparar el tejido dañado después de los entrenamientos y proporcionan la energía necesaria para seguir rindiendo a un alto nivel.
El compromiso de Paul Mescal en Gladiator 2con su transformación física también vino acompañado de una preparación mental intensa. La resistencia emocional que necesitaba su personaje para enfrentar la violencia constante en la arena fue un aspecto clave que el actor trabajó junto con su físico. En lugar de buscar una transformación superficial, Mescal afrontó el desafío de representar la realidad de los gladiadores de una forma completa, tanto física como mentalmente.