• Lifestyle
  • COOL People
  • Relojes & Joyas
  • Arquitectura
  • Motor
  • Wellness
  • Cultura
  • OKDIARIO

Kathi Rüd: «Ocho semanas de cinco minutos de meditación diaria ayudan a entender cómo funciona el cerebro»

EXPERTA EN YOGA
(Foto: COOLthelifestyle)
Lucía Lera
  • Lucía Lera
  • Periodista especializada en viajes, belleza y estilo de vida. Al salir de la universidad de Periodismo decidí hacer de mi vocación algo más que mi pasión: mi profesión. Desde entonces he podido compartir mis historias en varias cabeceras. Reafirmando a cada artículo que elegí el camino correcto.
    • Actualizado:

Madrid tiene cierta capacidad de metamorfosis que nos regala cada temporada en la ciudad un giro argumental de la vida de sus calles. En el área de Chamberí, concretamente en la calle Albuquerque, el espacio que antes ocupaba un bazar de alimentación, hoy alberga un espacio de bienestar y crecimiento personal: Casa Kavi. Algo diferente, eso sí, porque quienes cruzan sus puertas se topan con un espacio donde la vida continúa más allá de las clases; en su área de café. Su fundadora Kathi Rüd nos explica la importancia del autoconocimiento y la meditación.

Abres la puerta y disfrutas de un café. Continuas por los pasillos, decorados con piezas de artesanos madrileños, mientras te adentras a la clase. Ahora bien, Casa Kavi no es un centro de yoga al uso, más bien, es un «hogar de enseñanza» con la conexión interna. «Para poder escucharnos y tomar decisiones y elegir qué es lo mejor para nosotros, tiene que haber una conexión de escucha a la que no siempre llegas con la misma disciplina», nos explica Kathi Rüd. Y que necesita ser guiada por profesionales, 10 en su caso, de disciplinas como yoga, movilidad, fuerza, danza, canto, teatro y expresión, pilates, hipopresivos, meditación, registros akáshicos, respiración consciente o viajes de sonido.

meditación yoga madrrid
Kathi Rüd, fundadora Casa Kavi (Foto: Casa Kavi)

Claro que podemos entender la mezcla a través de la historia de Kathi. Su primer contacto con el yoga fue en un momento «con mucho entrenamiento, pero no de forma saludable»: como ex jugadora profesional de voleibol. «En ese momento me vi con 21, 22 años y sentía que el cuerpo no me daba: tenía tendinitis en las rodillas y tenía que empezar a apostar por cuidar mi cuerpo».

Años después, llegaría su conexión con el mundo de la meditación. «Cuando pasé por el mundo corporativo experimenté unos niveles de exigencia y estrés que me hicieron mirar hacia adentro y entrar en un momento de estrés muy grande. En este caso recurrí a la terapia cognitivo-conceptual; luego coaching y luego terapia convencional, cosas muy mentales. Entonces yo entendía que a nivel mental había trabajo que no nos habían enseñado». Hoy es certificada en yoga terapéutico, es profesora de medicación y continúa su formación certificación de proceso corporal integrativo.

meditación yoga madrrid
Sala Moksha. (Foto: Casa Kavi)

Pregunta: ¿Qué tres pilares sustentan Casa Kavi?

Respuesta: Cuerpo, mente y espíritu. Creo que es algo que nos olvidamos, cultivar este espacio dentro de uno, del saber. Dejamos mucho los conceptos del cuerpo y mente como algo separado, pero en realidad está todo unido.

Lo que estamos creando realmente en Casa Kavi es crear un micro ecosistema que nos permite probar, ejercitar, practicar, movernos de una forma diferente. En prácticas seguras, en un lugar donde me siento segura, en el que tenga como retiro en el medio de la ciudad, para luego llevarlas al macro, llevarlas a mi día a día.

P: ¿Es importante la comunidad en ese proceso de conexión?

R: La comunidad es todo, es la gente con la que nos rodeamos significa también hacia dónde vamos y forma una gran parte de nuestro desarrollo. En las ciudades sobre todo pensamos que estamos muy acostumbrados al individualismo y lo que realmente necesitamos es conexión.

Lo que sí siento es que la comunidad no se puede forzar, la comunidad se da, nosotros ingeniamos Casa Kavi con la idea de no sólo optimizar espacios, porque esto realmente es buen pensamiento de diseño, sino, darle espacios para que haya comunidad, para que haya conexión.

meditación yoga madrrid
(Foto: Casa Kavi)

Por eso nosotros tenemos un espacio de encuentro. Donde tomarte una kombucha en la antesala para entrar a yoga, un espacio para meditar. Para entender que la comunidad se va dando y se va formando. Lo que está uniendo a la comunidad de Casa Kavi es este deseo de crear un espacio seguro, desde donde salir del mundo. 

P: ¿Qué conexión hay en Casa Kavi entre el yoga y la meditación?

R: El no movimiento es tan importante como el movimiento, porque ese equilibrio te ayuda a establecer un punto neutro. De ahí, entonces, se abre el mundo. Expertos me dijeron que ocho semanas de cinco minutos de meditación diaria te ayudan a entender cómo opera el cerebro a nivel celular.

La actividad cerebral se empieza a mover de la parte de atrás del cerebelo, la parte más primaria, a la parte responsable de decisiones claras. Entonces es cuando, a nivel cerebral empieza a cambiar el cómo pensamos. Ahí pensé «vale, lo tengo que probar».

Me di cuenta de que empecé a cultivar en mí una capacidad de estar en reposo que facilitaba mi movimiento durante el día, porque desbloquee un nuevo espacio para mí: estar simplemente conmigo. Empecé a mezclar la meditación con prácticas que combinaban cierta movilidad, como el yin yoga. 

Kathi Rüd: «Ocho semanas de cinco minutos de meditación diaria ayudan a entender cómo funciona el cerebro»
Sala Ashana. (Foto: Casa Kavi)

«La meditación es entrenar la mente para aprender a notar cómo nos distraemos»

P: Sin embargo, pese a ser ese entre acción y pausa fundamental en el día a día, solemos dejar a un lado la introspección, ¿hasta qué punto es necesaria para poder encontrar ese punto neutro?

R: Hay distintas personas que les ayudan con distintas herramientas, pero la práctica es escucharse. Aquí voy a también a explicar uno de los malentendidos de la meditación, que pensamos que la meditación es sentarse y estar en el Nirvana o en el silencio y sentir la señal. Luego, la meditación justamente parte de lo que se está haciendo y el ejercicio que estamos haciendo es entrenar la mente para aprender a notar cómo nos distraemos, para aprender a notar el tipo de pensamiento que tenemos, para aprender a observar.

Tenemos una media de 2.000 pensamientos al día. Y eso puede saturarnos. A lo que tenemos que llegar es a ser conscientes de: estoy pensando esto, entiendo que solamente es un pensamiento, lo observo y lo dejo ir. Porque la meditación es entrenar la capacidad de observación de nuestra propia mente, es conocerlo y es conocer que esos pensamientos no nos identifican necesariamente. 

meditación yoga madrrid
Sala Ashana. (Foto: Casa Kavi)

«El aprendizaje está en seleccionar qué prácticas nos van a ayudar en el día a día»

P: ¿Cuál es el principal reto a la hora de sentirnos cómodos con esa pausa?

R: Cuando todo va tan rápido una de las cosas que más nos cuesta es ir lento. Vamos siempre acelerados y tenemos que tener en cuenta, al adentrarnos en estas disciplinas, que el aprendizaje está en seleccionar qué prácticas nos van a ayudar en el día a día. Teniendo en cuenta que generalmente la práctica que más nos cuesta hacer es justamente la opuesta a la que nos rige diariamente.

P: Hablamos de una necesidad de pausa, ¿es sano ponerse objetivos cuando la finalidad es parar?

R: Por experiencia, intentamos encontrar la forma de que la gente no invierta el tiempo en alcanzar objetivos y sea capaz de vivir el proceso. Encontrando la forma propia de moverse de cada uno, el ser auténtico. Porque venir de estar adecuados a poner un objetivo y querer ser el objetivo hace que nos perdamos el camino y el proceso y el aprendizaje realmente que es encontrar tu voz, tu forma de moverte, encontrar tu ser auténtico

meditación yoga madrrid
(Foto: Casa Kavi)

«Si tú te sientes bajita, pequeña y no sabes por qué, dedícate a bailar, por ejemplo»

P: ¿Guarda esto relación con la mezcla de disciplinas?

R: Por supuesto. Si lo pensamos desde la función energética, la razón por la que tenemos tantas disciplinas se explica desde los chakras. Hay distintas energías, ubicadas en cada chakra, que suponen el poder fluir en ti. A través de las disciplinas estamos haciendo como un trabajo en torno a la interextensión del ser y la forma en que lo identificaríamos es: si tú vienes acá, hablemos de cuáles son los bloques que están en tu vida y cuál lista estás tu relación para enfrentarlos.

A partir de ahí hacemos una recomendación de las prácticas. Si tú te sientes bajita, pequeña y no sabes por qué, voy a dedicarme a bailar, por ejemplo. Si tú sientes que no tienes fuerza, que no puedes, que no es suficiente… Estamos trabajando la confianza. Te voy a invitar a pilates y a movilidad y fuerza. Cosas que te hagan sentir fuerte.

Si partimos de un punto en el que estamos en un tipo más espiritual, en general, te voy a invitar a hacer prácticas de yoga, a ir a prácticas más suaves de yoga que trabajan en la compasión, mindful yoga, y hatha yoga también.

Si necesitas salir de ti mismo, de decir lo que piensas, encontrar tu voz; ahí lo mejor es ir a canto. Quizá todo el trabajo que es más grande, voy a meditar a chi kung, que es como la meditación en movimiento.