Siempre hemos escuchado lo importante que es estirar antes y después de hacer ejercicio, pero puede que, por falta de tiempo o simplemente por el desconocimiento de sus consecuencias, no lo hagamos. Solo necesitamos diez minutos, muy pocos si pensamos en la cantidad de lesiones que podemos evitar. Estirar antes de hacer ejercicio nos permitirá preparar nuestro cuerpo para el entrenamiento, relajará el músculo y mejorará nuestro rendimiento y salud. Debemos entender que realizar 10 minutos de estiramientos antes y después de hacer deporte no es tiempo extra que añadimos a nuestra rutina, sino parte de la misma y tan relevante como el ejercicio en sí. Hoy en COOLthelifestyle te contamos la importancia de estirar previamente y después de hacer ejercicio.
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La importancia de estirar
Lo primero que tenemos que saber antes de estirar es que cada cuerpo es un mundo y que cada entrenamiento precisa de un estiramiento diferente.
Estirar antes de hacer ejercicio nos permitirá aprovechar el máximo potencial de nuestro cuerpo; el rendimiento deportivo será mayor si el músculo es flexible, la temperatura del mismo aumentará preparándolo para movimientos más intensos y además evitaremos lesiones.
Es cuestión de lógica; cuando entrenamos nuestro cuerpo pasa de un estado de reposo a estar activo, esta es la razón por la que estirar y calentar antes de entrenar es lo más recomendable, ya que los cambios no serán tan bruscos. En resumen, preparamos a nuestro cuerpo para la actividad física.
Durante el entrenamiento se generan tensiones, muchas de las cuales podremos evitar con una rutina de estiramiento, la cual relajará los músculos, mejorará la circulación y reducirá el dolor muscular.
Estirar también tiene beneficios a largo plazo; mejoraremos la movilidad de nuestro cuerpo, aumentaremos la agilidad y flexibilidad y ayudará a nuestros músculos y articulaciones a mantenerse jóvenes.
Es importante realizar los estiramientos de forma correcta, de la otra manera podremos llegar a causar una lesión.
Por qué estirar antes y después de entrenar y cómo
Hay dos tipos de estiramientos; dinámicos y estáticos, cada uno de los cuales debe ejecutarse en un momento determinado.
Antes de entrenar deberemos realizar el tipo dinámicos, son aquellos que potencian la flexibilidad del músculo y aumentan la temperatura corporal. Este tipo de estiramientos comprende desde sentadillas sin peso, giros de brazos y cuello, correr en el sitio…
Después del ejercicio se deberán llevar a cabo estiramientos estáticos. Estos conseguirán eliminar las posibles contracciones en los músculos, favorecerá la flexibilidad post entrenamiento y reducirá las posibles agujetas. Estos estiramientos consisten en estirar el músculo en reposo hasta una determinada posición, manteniendo la postura durante un tiempo determinado.
¡Importante! Estirar no debería doler, si duele es que hemos encontrado nuestro límite y no deberíamos sobrepasarlo.
En conclusión, reservar unos minutos para estirar antes y después de cada rutina de ejercicio es crucial para conseguir unos buenos resultados y, sobre todo, para prevenir lesiones y daños.
Cuándo NO deberíamos estirar:
- Frente a lesiones musculares o esguinces de ligamentos.
- Cuando las articulaciones o músculos presentan inflamación o dolores agudos.
- Después de una fractura reciente.