La respiración es una de las funciones que nuestro cuerpo realiza continuamente y de la que no solemos darnos apenas cuenta. Esa entrada y salida de gases de nuestro cuerpo no son más que moléculas que nos mantienen vivos gracias al sistema que los conecta con los pulmones. Pero cuenta con la peculiaridad de que sí podemos ser conscientes de cómo respiramos, y, a diferencia de otros proceso y de otros seres vivos, éste es modificable y ‘controlable’. Seguramente hayas pensado en más de una ocasión en el proceso de tu respiración y entonces ahí hayas sido consciente. Pero, ¿conoces su importancia?
Saber jugar con nuestra respiración es una herramienta más útil de lo que pensamos y puede impactar de forma muy positiva en el bienestar mental, emocional, espiritual e incluso físico.
Por eso, te queremos contar cuáles son los beneficios de practicar ejercicios de respiración consciente para que los integres en tu rutina.
1. Ayuda a mejorar la digestión y en control del peso
2. Favorece a la relajación, renovación de energía y a las emociones
3. Elimina la tensión acumulada
4. Favorece el sueño
5. Mejora la seguridad en uno mismo
6. Regula el cortisol
Es posible controlar la respiración para guiarla hacia diferentes objetivos.
Algunos ejercicios de respiración consciente
Para favorecer el sueño
Túmbate boca arriba, con una mano sobre tu vientre y otra sobre tu pecho. Y, con el cuerpo, lo más relajado posible, inspira suavemente durante unos 3 segundos; exhala todo el aire posible contando hasta 6.
Para controlar el estrés
La técnica 4-6-8 es la más utilizada y efectiva para canalizar el estrés. consiste en inhalar por la nariz mientras cuentas hasta 4, contener la respiración contando hasta 6 y exhalar el aire contando hasta 8.
Para conseguir una relajación total
Se trata de conseguir regularizar nuestra respiración. Toma aire por la nariz y expúlsalo por la boca. Cuando hayas acabado, espera a que tu sistema vuelva a pedirte la próxima inhalación. Cuando ya no puedas inhalar más, abre la boca y libera, lentamente, y con la mandíbula relajada. Ese tiempo intermedio ayudará a conseguir una liberación total.
Para despejar la mente
Tápa uno de los orificios de tu nariz y respira poco a poco por el que esté libre contando hasta 8, aguanta 4 segundos y continúa tapando el otro orificio y vuelve a repetir. Espera 4 segundos entre cada orificio.