Como todos los meses, entramos en julio aprendiendo sobre su piedra natal correspondiente: el rubí. Todas las gemas natales tienen un significado único, un origen y unas propiedades particulares.
- Dinos en qué mes naciste y te decimos tu piedra de nacimiento
- Gemas de diciembre, el zircón azul, la turquesa y la tanzanita
- Todo sobre la gema del mes de noviembre, el topacio
El rubí es una de las piedras preciosas más estimadas gracias a su estética, forma y color. Es una piedra muy resistente al desgaste ya que tiene una dureza de 9 en la escala de Mohs, ocupando el segundo lugar detrás del diamante, el cual tiene la máxima dureza entre todos los minerales, de 10. No nos sorprende que esta gema alcance el valor más alto entre las piedras natales de color. Ideal para los nacidos en julio y para regalar en el aniversario de boda.
No siempre ha estado asociada al mes de julio. Antes de 1912, año en el que se eligió oficialmente el rubí, eran el ónix y la turquesa las consideradas adecuadas como piedras natales de este mes.
En la antigua Asia, el rubí era conocido por los nativos como el ‘rey de las gemas’, dados sus rasgos únicos, los cuales hacían pensar que la gema tenía poderes especiales. Esta creencia era tan fuerte que durante años los guerreros portaban a la batalla un collar de rubíes, pensado que los haría invencibles.
Desde tiempos antiguos han adornado también coronas, armaduras y pomos de espadas. Buscando así aprovechar su energía, fomentar el coraje, tener éxito, riqueza y amor.
Por otro lado, los antiguos hindúes creían que esta piedra preciosa rechazaba la energía negativa y combatía el mal. Los hombres y las mujeres frotaban los rubíes contra su piel para mejorar su salud tanto física como mental.
En algunas partes del globo, el rubí significa armonía y poder, mientras que en otras es símbolo de riqueza, buena salud y vida amorosa. A día de hoy es una gema asociada a la vitalidad y a la fortaleza física.
El rubí deriva su nombre de la palabra latina ‘ruber’, que significa rojo. La mayoría de rubíes son color rojo oscuro, algunos ejemplares varían en color desde rosado hasta púrpura. Los rubíes de mejor calidad tienen una saturación de color intensa y gozan de un rojo profundo, con un tono ligeramente púrpura.
Uno de los aspectos más fascinantes y curiosos sobre esta piedra es su capacidad para absorber la luz natural y volver a emitirla después de algún tiempo, produciendo una fluorescencia brillante. La leyenda dice que esta luz era una señal de un peligro inminente o de mala suerte, dándole a su portador más tiempo para prepararse para cualquier eventualidad.
Los yacimientos de rubíes más importantes del mundo se encuentran en Myanmar y en Birmania.