En el universo de la relojería, hay piezas que superan su propia función y se convierten en símbolos culturales. El Rolex Daytona de oro amarillo, protagonista silencioso de la película Good Fortune de Aziz Ansari, pertenece a los relojes legendarios que combinan precisión, historia y una irresistible carga de glamour. Apodado Pretty Baby en la película, este modelo no sólo marca la hora, sino también es símbolo de éxito, identidad y fortuna en una historia de humor y redención.

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El Rolex Daytona de oro amarillo en las grandes pantallas de Hollywood
El Oyster Perpetual Cosmograph Daytona en oro amarillo de 18 quilates representa la cúspide del diseño y la técnica de Rolex. Su esfera negra y dorada, ofrece un contraste elegante y deportivo, mientras que los contadores de cronógrafo pulverizados y las agujas Chromalight garantizan precisión y legibilidad incluso en la oscuridad. Su bisel taquimétrico, grabado también en oro amarillo, conecta este reloj con sus raíces automovilísticas: nació para los pilotos que cronometraban su destino a cada curva.
El brazalete Oyster, con sus tres eslabones planos, es una lección de ingeniería ergonómica. Desde su creación en los años treinta, Rolex ha perfeccionado este diseño, convirtiéndolo en una fusión impecable de resistencia, comodidad y sofisticación. No es casual que la casa suiza denomine a este modelo «el triunfo de la resistencia».

De los circuitos a Hollywood
En Good Fortune, este Daytona se transforma en un símbolo narrativo. En la trama, el reloj pertenece a Jeff (Seth Rogen), un exitoso inversor que cambia accidentalmente de cuerpo con Arj (Aziz Ansari), un trabajador precario. Cuando el reloj pasa de una muñeca a otra, también cambia el sentido del poder, la identidad y la fortuna. Detrás de esa elección hay un nombre clave: Cameron Barr, experto relojero y propietario de Craft + Tailored, quien fue el asesor técnico de la película. Barr seleccionó personalmente las piezas que aparecen en pantalla, asegurando su autenticidad y simbolismo. Para Barr, el Daytona Pretty Baby es un santo grial entre coleccionistas. Su apodo evoca tanto la dulzura del oro como la fragilidad del deseo. En la película, el reloj refleja la tensión entre tener éxito y merecerlo, entre poseer un símbolo de estatus y comprender su verdadero valor.
El linaje JPS: lujo, velocidad y leyenda
La historia del Daytona no estaría completa sin mencionar su versión más codiciada: el Rolex Cosmograph Daytona John Player Special (JPS), nombre heredado de los míticos monoplazas Lotus F1 patrocinados por la marca de cigarrillos británica. Con su decoración negra y dorada, este reloj es la sublimación del espíritu setentero: lujo, riesgo y velocidad en una sola muñeca.

En 1969, Rolex lanzó el Cosmograph Paul Newman John Player Special Ref. 6241, una de las piezas más raras del catálogo, fabricada en oro de 14 quilates para el mercado estadounidense. Hoy, este modelo es casi imposible de encontrar: se calcula que sólo se produjeron unas pocas decenas, y las subastas han alcanzado cifras astronómicas. En 2017, dos ejemplares fueron vendidos en Ginebra por 600.000 y 700.000 euros. Actualmente, un ejemplar con su caja, folleto y garantía originales se exhibe en la boutique Perpetual de Phillips en Berkeley Square, Londres, bajo la supervisión del especialista James Marks, quien lo describe como «una oportunidad casi única para los amantes de la relojería».
Un reloj de coleccionista y de ‘estrellas’
El Daytona ha seducido a coleccionistas, pilotos y celebridades por igual. Desde Paul Newman, cuyo nombre se asocia para siempre con el modelo, hasta John Mayer, Brad Pitt y Victoria Beckham, su presencia en la muñeca siempre sugiere una mezcla de elegancia, rebeldía y distinción.
