El verano no se bebe, se saborea. Y no hay mejor forma de hacerlo que con una copa en mano. Blancos con alma atlántica o a siesta bajo la parra, y vinos nacidos en altura que refrescan hasta el pensamiento. Desde un albariño con crianza pausada hasta un chardonnay fermentado en barrica o un sauvignon blanc ecológico y vibrante, estos vinos son puro hedonismo estival. Perfectos para brindar con mariscos, frutas, postres o simplemente con amigos. Este verano, deja que el vino hable por ti: fresco, brillante y con ganas de fiesta.
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Hace unas semanas, en una entrevista con los hermanos Prieto Pariente, pudimos conocer de primera mano su primer Ribeiro: «Lo nuestro son los blancos y eso nos llevó a Galicia», nos decían. Ahora, habiéndolo catado, podemos afirmar que A Vilerma es un vino blanco que refleja la esencia del Ribeiro con una interpretación elegante y actual. Elaborado con variedades autóctonas de la finca (como treixadura, albariño, godello o loureira) este coupage nace en suelos de arena granítica y arcilla, y se cría en acero inoxidable, barrica usada y hormigón ovoide. El resultado: un vino intenso, complejo y equilibrado, con notas de hinojo, frutas de hueso, cítricos y flores blancas.
Ideal para mariscos, pescados o quesos frescos, es también un homenaje de José Pariente al sueño que comenzó en 1977 y hoy cobra nueva vida.
Desafiante, el verdejo sobre lías de Monte La Reina, se consolida como el blanco ideal para este verano. La nueva añada de este vino (elaborado en la D.O. Toro, tradicionalmente conocida por sus tintos) destaca por su frescura, untuosidad y carácter innovador. Fermentado en acero inoxidable y criado sobre sus propias lías, ofrece una complejidad aromática y un perfil elegante, perfecto para disfrutar con arroces o mariscos.
Además, la bodega reafirma con él su renovada identidad visual y su espíritu pionero, impulsado por su directora Carolina Inaraja. Con una fuerte conexión personal con los viñedos de Toro desde la infancia, Inaraja combina tradición y vanguardia en un proyecto que mira al futuro sin perder de vista sus raíces.
Monte Real Blanco Fermentado en Barrica cautiva con su frescura, complejidad y elegancia. Elaborado con viura (80%) y malvasía de viñedos seleccionados en Cenicero (Rioja Alta), este blanco fermentado y criado durante cinco meses en barrica de roble americano destaca por su acidez fresca, notas de fruta blanca, limón y tostados sutiles.
Su calidad ha sido reconocida por críticos como James Suckling, quien lo describe como un vino brillante, bien hecho y vegano, ideal para disfrutar ahora o guardar unos años. Un referente de Bodegas Riojanas que resume la autenticidad del viñedo y el saber hacer de la bodega.
El Gran Vino Pazo Barrantes es la máxima expresión de la uva albariño y del terruño del Valle del Salnés, donde la familia lleva desde 1511 dedicada a la excelencia vitivinícola. Elaborado exclusivamente con uvas de la finca Pazo Barrantes (12 hectáreas de suelos graníticos divididas en 8 pagos), este vino nace de viñas de unos 40 años de edad.
Tras una década de investigación y una cuidada selección de uva, la bodega decidió retirar el vino del mercado durante dos años para perfeccionar su elaboración: una crianza más prolongada, un toque de barrica de acacia, un embotellado tardío y una maduración pausada en botella dieron lugar al nuevo Pazo Barrantes, estrenado con la añada 2019. Un albariño excepcional que refleja la autenticidad del viñedo y el saber hacer de generaciones.
El hotel de lujo Finca Serena (Único Hotels) lanza su nueva añada de vinos rosado y blanco, frescos, afrutados y de producción ecológica, elaborados con variedades autóctonas como Premsal Blanc, Callet, Giró Ros y Monastrell. Bajo la dirección del enólogo Tomeu Llabrés, los vinos reflejan el carácter mediterráneo del entorno de Montuïri y completan la experiencia sensorial del hotel junto a su propio aceite y productos de huerto.
Nacidos en un entorno privilegiado de más de 10 hectáreas de viñedo, los vinos de Finca Serena capturan la esencia del Mediterráneo y forman parte del compromiso del hotel con el producto local y la excelencia sensorial. El blanco es equilibrado, con una sutil acidez final que alarga el vino. En boca se aprecian aromas a fruta blanca y herbáceos, manzana golden.
El Quíbia 2024 es el nuevo blanco de la bodega mallorquina Ànima Negra, elaborado con variedades autóctonas Premsal Blanc (60%) y Giró Ros (40%). Fruto de viñas viejas expuestas al Mediterráneo, refleja una elaboración artesanal con selección óptica grano a grano, fermentación con levaduras autóctonas y crianza sobre lías. Aromático y salino, con notas cítricas, florales y mediterráneas, es un vino fresco, elegante y profundamente ligado a su tierra.
