Madrid está de fiesta. Es el día de su patrona, La Virgen de la Almudena, y como cada 9 de noviembre la ciudad se viste de tradición. Y qué mejor manera que disfrutar La Almudena en Madrid que a bocados, saboreando algunos de los platos y dulces más castizos. Desde un cocido madrileño hecho a fuego lento a buñuelos de viento, pasando por la Corona de la Almudena, un dulce que se suele confundir con el Roscón de Reyes por su apariencia, pero que nada tiene que ver con su sabor. Recorremos el centro de Madrid para mostrarte algunos de los restaurantes, puestos y pastelerías, muchos de ellos históricos, que son toda una tradición entre los chulapos.
Cocido madrileño
Taberna La Bola
📍 C/ de la Bola, 5. Madrid
Se trata de uno de los restaurantes más castizos y donde se sirve el cocido más popular de Madrid. A la Taberna La Bola han ido a comer desde Ava Gardner a Rafa Nadal, y es que aquí llevan nada más y nada menos que siglo y medio sirviendo este plato típico. ¿Su éxito? Seguir haciendo la receta de 1870 de su fundadora, Cándida Santos.
El cocido lo elaboran en pucheros de barro individuales hechos a mano sobre parrilla de carbón. «El orden en el que se echan los ingredientes es muy importante para que todos ellos, que tienen diferentes tiempos de cocción, acaben de cocinar a la vez», señalan los actuales responsables del restaurante y añaden que después elaboran el repollo rehogándolo en aceite de oliva y ajo. Y en cuanto a los fideos, estos los cuecen con agua y un trozo de chorizo.
La Cocina de Frente
📍 C/ Ibiza, 40. Madrid
Para paladares que busquen algo diferente al cocido tradicional, pero sin dejar de comer un cocido madrileño, está La Cocina de Frente. Juanjo López, el alma mater del restaurante, lo elabora a su manera, en seis vuelcos, y solo lo sirve bajo pedido con una antelación de 48 horas. Incluye croqueta de ropavieja, encurtidos y sopa de fideos, ropavieja de verduras y huevo frito, tres tocinos, carnes, garbanzos, tuétano y tartar de apio.
Casa Suecia
📍 C/ Marqués de Casa Riera, 4. Madrid
Servido en dos vuelcos y de manera tradicional, con fideo fino, caldo de cocido al gusto y puchero completo con garbanzos, carnes y verduras, así es como se sirve en Casa Suecia, el restaurante de NH Collection Madrid Suecia. «Lo hacemos a fuego lento en la brasa durante 10 horas, con una cocción lenta a menos de 60ºC», señala Javier Utrero, jefe de Cocina que nos confiesa que sigue la receta tradicional de su familia.
Corona de la Almudena
A veces la Corona de la Almudena se confunde con el Roscón de Reyes, pues de aspecto son muy similares. Se trata de un pastel en forma de roscón a base de mantequilla, pero en lugar de azahar (que es lo que lleva el Roscón de Reyes) se añade zumo de naranja. Fue creado a finales de los años 70 por los pasteleros madrileños para rendir homenaje a la patrona de Madrid.
Son muchas las pastelerías que ofrecen estos días Corona de la Almudena, pero ya que estamos hablando de tradiciones gastronómicas madrileñas, qué mejor que visitar algunas de las más históricas del centro, como La Mallorquina de la Puerta del Sol, o el Horno de San Onofre, El Riojano o la Antigua Pastelería del Pozo.
Castañas asadas y buñuelos
Si hay algo a lo que huele Madrid estos días es a castañas asadas. Una tradición que es parte de la cultura culinaria de la ciudad y que se ha disfrutado durante generaciones.
Las castañeras (que así es como se llaman los puestos donde se venden) con más historias son las que se encuentran en la Glorieta de Bilbao, Embajadores, en la Calle Atocha, en la Plaza de Callao y en la Glorieta del Carmen. Sin duda, las castañas asadas son una forma deliciosa de combatir el frío y disfrutar de un bocado tradicional mientras paseas por las calles de Madrid.
Los buñuelos de viento son otra deliciosa tradición culinaria de Madrid, especialmente asociada a la celebración de La Almudena. Son muchas las pastelerías donde podrás degustar este delicioso dulce, como en Pan.Delirio, donde nos cuentan que los más demandados son lo de nata y chocolate, pero también los elaboran de crema, trufa, marc de champagne, crema irlandesa y de cabello de ángel.
Y si hablamos de tradición, parada obligada es la Pastelería Luzón, que elabora de manera artesanal buñuelos de viento desde 1936.