Llevamos varias semanas pendiente de la apertura de este hotel en el centro de Roma. Porque hay muchos alojamientos en la Ciudad Eterna, pero hay pocos hoteles lujosos que merezcan la pena. Y sobre todo, no hay demasiadas inauguraciones… Así que un restaurante o un hotel abra sus puertas, es un acontecimiento en la ciudad. Por fin ha abiertos sus puertas el Palazzo Vilòn, un maravilloso hotel en un antiguo palacio romano, entre algunas de las calles comerciales romanas más emblemáticas. Entre las callejuelas del icónico Campo Marzio.
Habitaciones
Palazzo Vilòn es el nombre de este hotel boutique que solo cuenta con 17 maravillosas suites. Por suerte, con vistas a los jardines del Palazzo Borghese. Es como si algún príncipe romano nos invita a disfrutar de unos días en su palacio. Todo es sofisticado y lujoso, pero hay un ambiente cálido en el servicio que convierte este lugar en un hotel excepcional. Bueno, no estamos mal encaminados… Aquí vivió la realeza.
Historia
Para hacernos una idea del lugar, vamos a conocer su historia. Palazzo Vilòn se encuentra ubicado en la antigua galería del Palazzo Borghese. Durante mucho tiempo fue el hogar de la familia Borghese, una de las familias romanas con mayor influencia en el siglo XVII. Por lo que si dormimos aquí, somos consciente de que es un trozo de historia. Por cierto, construido bajo el sello del arquitecto Carlo Reinaldi, que trabajó junto al virtuoso Giovanni Francesco Grimaldi.
Esta pareja de arquitectos hizo un trabajo excepcional que perdura hoy en día. Según explican desde Palazzo Vilòn, las habitaciones «ricas en arte y elegancia, se establecieron inmediatamente como una de las creaciones más innovadoras y suntuosas de la Roma de la época». La obra se terminó en mayo de 1678 y palabras textuales «la Galería dejó sin aliento a la ciudad».
Restauración
Recuperar el esplendor del palacio ha sido un gran trabajo de restauración que hacen de este hotel un lugar mucho más especial. El grupo Shedir, dueños de Palazzo Vilòn, han querido recuperar el esplendor, el romanismo que despendría sus rincones y la belleza de la época. No volvemos al siglo XVII pero casi.
Uno de los mejores hoteles
Sin duda este palacio barroco se ha convertido, en muy poco tiempo, en uno de los mejores hoteles de la ciudad. Ubicado, por cierto, a pocos pasos de la Piazza di Spagna. No solo por su barroquismo y su belleza, también por sus instalaciones. Su piscina y spa – de 120 metros cuadrados, con sauna y baño turcos- son planes perfectos después de una jornada maratoniana por Roma. Hay servicio de mayordomía desde la mañana a la noche, asignado desde que pones un pie allí… Pero además cuenta con gimnasio, talleres de cocina y la opción de que te diseñen la tu cena soñada.