Viajamos hasta Lucerna, una de las ciudades con más encanto de Suiza gracias a su arquitectura medieval. Ubicado entre las nevadas montañas del lago que recibe el mismo nombre y cerca de una zona declarada Patrimonio de la Humanidad, el Hotel Mandarian Oriental Palace Luzern acaba de abrir sus puertas tras un profundo programa de renovación. Esta reapertura supone el renacimiento de la Belle Époque pues se trata de un magnífico edificio construido en 1906. La reforma, que ha llevado más de cuatro años, ha sido realizada por el estudio de arquitectura local Iwan Bühler. Y para el diseño de interiores se ha contado con el equipo británico Jestico+White, que ha respetado la idea original.
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Un hotel de la Belle Époque
El edificio donde hoy en día se levanta el Hotel Mandarian Oriental Palace Luzern, fue creado por el magnate hotelero suizo Franz Josef Bucher como un resort de inspiración mediterránea. Cuenta con impresionante vistas de los Alpes suizos y se encuentra a orillas del lago de Lucerna.
La decoración de la Belle Époque es sinónimo de lujo y ostentación. Este estilo tiene su origen en Francia a principios de la década de 1870 y se extendió hasta los años 20, llegando a otros países como Suiza. Se caracteriza por presentar espacio amplios, luminosos y techos altos.
Suites panorámicas
Dispone de impresionantes suites panorámicas con terraza en la azotea que ofrecen vistas 360º sobre el lago. La decoración es la perfecta fusión entre tradición suiza y contemporánea.
Alta cocina
El hotel dispone de cuatro restaurantes con el fin de ofrecer diferentes experiencias gastronómicas, desde asiática a cocina mediterránea, como Quai 10. Este restaurante es uno de los favoritos por encontrarse en el exterior, con vistas al lago. Cuenta con terrazas ajardinadas inspiradas en los años 20.
Colonnade ofrecerá alta cocina francesa y su inauguración está prevista para esta primavera. El exquisito diseño de este restaurante es de la Belle Époque. «Las texturas de terciopelo, cuero, madera y piedra combinan a la perfección con las características del diseño original de principios del s. XX», señalan responsables del hotel.
Un lugar para la desconexión
Lucerna ya de por sí invita a la desconexión pero, además, el hotel cuenta con un espacio para el relax. El spa dispone de todo lo necesario para la desconexión: hammam, sauna, duchas experienciales...