Utilizando madera de caoba, Giorgio Armani ha convertido su retiro de St. Moritz, Suiza, en una casa de alta costura al estilo alpino pero con reminiscencias cosmopolitas. Fiel al ADN de sus sofisticadas colecciones, se trata de una propiedad que fue construida en el s. XVII con un granero anexo. El diseñador lo reformó en 2012 desarrollando un estilo en su interior alejado del típico de los Alpes. Él mismo explica que en su interior, la construcción cuenta con una arquitectura y diseño oriental, donde ha incluido muebles y accesorios de su colección Armani Casa y otros que ha ido adquiriendo en sus viajes.
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Fue en las pistas de St. Moritz donde Armani presentó hace tan solo unos meses su nueva colección de esquí, ‘Neve’. No podía haber escogido otro lugar, pues para el diseñador Los Alpes es una ubicación muy inspiradora, ya que considera que a pesar del gran turismo, consigue mantener su autenticidad.
Tradición cosmopolita
La casa de invierno en Suiza del diseñador se encuentra en La Punt, una aldea tranquila a varios kilómetros de St. Moritz. La arquitectura exterior respeta la tradición de los Alpes; sin embargo, una vez dentro, la decoración es totalmente cosmopolita.
El diseñador explica que cada una de sus casas tiene una identidad específica que respeta su contexto, pero también “expresa mi propio estilo”.
La calidez de la caoba
Para revestir las habitaciones, escogió madera de caoba porque considera que tanto su color, como la textura, transmiten calidez. Están amuebladas de manera sofisticada con la línea de decoración del diseñador.
Si hay un estilo que le gusta, ese es el japonés. “Me atraen sus líneas precisas, su estética pura, sus formas geométricas y su riqueza de detalles”, expresó en una ocasión el diseñador.
De granero a sala de estar con vistas a los Alpes
La casa original en Suiza contaba con un granero, pero Armani cuando la adquirió la reformó en una sala de estar elevada. Tiró una de las paredes y en su lugar instaló grandes ventanales con acceso a una terraza.
La casa cuenta con cinco dormitorios en la segunda planta y una suite en el último piso con techo abuhardillado. Todos están decorados con “lo esencial” pues, en palabras del propio Armani, “la belleza debe estar siempre ligada a la funcionalidad”.