Si Picasso rompía moldes con sus pinceles, Diego Ferreira lo hace con sus fogones. Su nuevo restaurante, Contrastes by Diego, acaba de aterrizar en la madrileña calle Jorge Juan con la promesa de revolucionar la alta gastronomía. Y no es para menos: el chef, formado en la escuela Hoffman y con experiencia en las cocinas de Ferran Adrià y Dabiz Muñoz, ha logrado fusionar sabores, técnicas y texturas en una propuesta culinaria que sorprende desde el primer bocado. Nos reunimos con el chef para conocer su coqueto espacio y su propuesta.
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La historia de Diego Ferreira es la de un chef que ha sabido absorber lo mejor de sus maestros para crear su propio lenguaje gastronómico. Tras su paso por la escuela Hoffman en Barcelona, su inquietud culinaria lo llevó a trabajar junto a los hermanos Adrià, donde perfeccionó su técnica y su creatividad. Más tarde, en Londres, fue parte del equipo de StreetXo de Dabiz Muñoz, donde exploró la cocina fusión y las combinaciones atrevidas. Después de un periplo por Nápoles, Ferreira decidió volver a casa con una idea clara: abrir su propio restaurante y plasmar su visión en cada plato.

Recomendado por Michelin y experiencia con Dabiz Muñoz
El primer Contrastes by Diego nació en Villanueva y Geltrú, donde su apuesta por la cocina creativa con raíces mediterráneas cautivó a todos y le valió tres recomendaciones consecutivas en la guía Michelin. Ahora, su desembarco en Madrid marca una nueva etapa en su carrera. «Le puse este nombre porque en mis platos busco contrastes: de sabores, texturas y hasta en la filosofía de la alta cocina, combinando lo tradicional con lo innovador», nos explica el chef.

Su propuesta se traduce en un menú degustación con dos versiones: una corta (60 €) y otra larga (98,50 €), ambas con una selección de platos que varía según la creatividad del momento y la estacionalidad de los ingredientes. Además, el restaurante ofrece opciones adaptadas a vegetarianos, veganos y celíacos, reforzando su apuesta por la inclusividad gastronómica.

Entre los platos estrella (y nuestro favorito) está el Huevo, una versión reinterpretada del clásico huevo frito con patatas, donde la espuma de patata acompaña una yema trufada con grasa de rubia gallega y un crujiente de patata frita. La Gilda, por su parte, reimagina la tradicional tapa vasca con un toque fusión: gamba cruda, toque cítrico y salsa kimchi coreana. Y el Bamhi, una evolución del bao, combina una fritura crujiente con cochinillo a baja temperatura, velo de soja y salsa hoisin.

Pero Contrastes by Diego no sólo brilla por su cocina. Su diseño de interiores es una extensión de su concepto: moderno, sofisticado y equilibrado en contrastes. Con sólo 38 plazas, el restaurante ofrece una experiencia íntima donde puedes ver cómo se elaboran los platos gracias a su cocina abierta. Mesas de mármol, butacas rosas y paredes en tonos azulados crean un ambiente elegante sin renunciar a la vanguardia.
Madrid se ha convertido en el escenario perfecto para esta nueva aventura de Diego Ferreira, quien admite que su decisión de mudarse a la capital fue, en gran parte, por amor. Con Contrastes by Diego, el chef que que trabajó en los fogones de Dabiz Muñoz de no sólo rinde homenaje a su pasión por la cocina, sino que también se afianza como una de las figuras más prometedoras de la gastronomía contemporánea en España.