Tenemos un país maravilloso, repleto de rincones llenos de historia y de cultura. Por eso han sido muchos los escritores y artistas que se han enamorado de nuestro territorio, entre ellos Hemingway, por poner un ejemplo. Libros inspirados en nuestra historia, películas rodadas en nuestro territorio, cuadros que reflejan nuestros paisajes… Nuestra geografía está repleta de preciosos pueblos llenos de cultura e historia. De norte a sur y de este a oeste, elegimos algunos de ellos.
Tossa de Mar, Gerona
Tossa de Mar es uno de los pueblos más bellos de la Costa Brava, en la provincia de Gerona. «Nuestro patrimonio histórico, cultural y artístico de Tossa es uno de nuestros mayores tesoros» explican desde el Ayuntamiento. Cuenta con un par de museos para visitar y ha sido inspiración para muchos artistas. Como pueblo, es la única localidad medieval de la zona. La Vila Vella es la zona amurallada, que aún se conserva y se ve desde la playa.

Hay que visitar su preciosa iglesia de San Vicente del siglo XV, la Casa Sans, el Barrio de Sa Roqueta, su preciosa Casa de Cultura, la Capilla del Socorro, el Santuario de Sant Grau… Y la multitud de restos de la ´poca romana o prehistóricos que podemos encontrar. ¿Y qué mas? Sus preciosas vistas desde la playa, que parecen un cuadro del Mediterráneo. Uno de los pueblos del Mediterráneo lleno de cultura.

Pedraza, Segovia
La villa medieval de Pedraza es uno de los pueblos más conocidos y bonitos de la provincia de Segovia. Hemos hablado de sus restaurantes -siendo el más conocido Casa Taberna, de Samantha de España-, pero hay mucho más. Fue considerado Conjunto Monumental de 1951 y en 2019 fue elegido el más bello de Castilla y León en 2019.

Ya hubo población prehistórica -la Cueva de la Griega es un gran ejemplo, aquí han encontrado vestigios-, a mediados del siglo XIV Pedraza fue dominio señorial, en el siglo XV fue señorío de Pedraza para el primer duque de Frías, fue hogar de la Casa Velasco, en el siglo XVI se llena de palacios… Hasta ahora. Hay que destacar también el precioso Museo de Zuloaga, que ahora mismo se encuentra cerrado. El último de los pueblos llenos de cultura.

Valldemossa, Mallorca

El precioso pueblo de Valldemossa, en la Sierra de Tramontana, es uno de los más bonitos de la isla de Mallorca. Por su arquitectura, por su cultura y por su historia. Porque en esta maravilla de localidad, a 20 minutos en carretera de Palma, vivió el compositor Frédéric Chopin en el invierno de 1839, junto a su amante, la escritora francesa George Sand.

A nivel cultural, muy cerca -camino de Deià- está Costa Nord, un centro cultural de arte contemporáneo creado por Michael Douglas. Por supuesto hay que visitar la Real Cartuja de Valldemossa -al entrar hay un concierto de piano de Chopin-, lugar en el que se hospedó el compositor cuando estuvo aquí. Visitar sus calles empedradas, perderse por sus plazas… Valldemossa merece la pena.
Ronda, Málaga
Es una de las localidades más bellas de Málaga y es en parte gracias a la historia que hay detrás… Y a su magnífica ubicación en un desfiladero. Su medina árabe, su precioso Puente Nuevo, su plaza de toros, el Palacio de Salvatierra del siglo XVI, el Palacio Mondragón de estilo Mudéjar, sus baños árabes… Hay muchos edificios a lo largo de Ronda que hablan de su pasado.

Por algo decía el escritor Ernest Hemingway de esta localidad: «Es a Ronda a donde habría que ir (…) La ciudad entera y sus alrededores son un decorado romántico». Y tiene razón. Y hemos hablado de árabes, pero en Ronda han habitado celtas, fenicios, romanos… Y su casco antiguo es Bien de Interés Cultural.

Combarro, Pontevedra
Es uno de los pueblos más bonitos de Galicia, y también uno de los más que más historia tiene. Todo gracias a sus preciosos horreos -más de 30-, que han hecho famosa esta localidad marinera tan pintoresca, al borde de la ría de Pontevedra, es conjunto histórico-artístico por su belleza desde 1972. Cuenta con preciosas casas marineras, hórreos, cruceiros y otros elementos de la arquitectura gallega.

Muchos de los edificios que encontramos son de los siglos XVIII y XIX… Periodo en el que Combarro pertenecía al Monasterio de San Xoán de Poio. Para visitar: la iglesia de San Roque, y el cruceiro de la plaza del mismo nombre y de la iglesia, las casas mariñeiras de la rúa do Mar, el cruceiro da Rúa… Y una de las vistas más bonitas de esta localidad desde O Padrón y O Peirao. Uno de esos pueblos lleno de cultura.
