La Mona Lisa, expuesta en el museo del Louvre en París, aguarda multitud de secretos, no solo esa sonrisa misteriosa. Más allá está la peculiar estructura química utilizada por Leonardo da Vinci para crear la composición. Leonardo da Vinci solía experimentar en cada una de sus obras, no solo con las técnicas de composición, sino con los materiales utilizados. Para pintar la Mona Lisa, una de sus piezas maestras, es probable que el artista usase una singular mezcla de óleo al plomo en la capa preliminar.
- El Rijksmuseum acogerá, por primera vez en la historia, la mayor exposición de Vermeer
- El Museo del Prado nos descubre el ‘Otro Renacimiento’, de artistas españoles en Nápoles
Sobre la Mona Lisa
La expectación, pero también las incógnitas, han acompañado a este cuadro único desde su creación. Hoy sabemos que hacia 1503 Leonardo comenzó el retrato de una dama florentina: Lisa Gherardini, esposa del mercader Francesco del Giocondo, que pudo encargar el cuadro con motivo del traslado de la familia a su nueva vivienda, o bien tras el alumbramiento de su segundo hijo, en 1502.
Descubierto un nuevo misterio la obra
Cinco siglos después de su creación, el misterioso retrato realizado por Leonardo da Vinci sigue siendo motivo de estudio. En efecto, hoy en día un gran número de investigadores sigue intentado por todos los medios a su alcance descubrir qué se esconde detrás de la famosísima obra. El objetivo principal es desvelar el secreto de las técnicas pictóricas usadas por el maestro.
El minúsculo fragmento analizado, que corresponde a la primera capa que el artista aplicó sobre la famosa tabla de madera de álamo, aporta información clave. Mide menos de 100 micras –una micra corresponde a una milésima parte de un milímetro– y estaba en el lado superior derecho del cuadro por el que pasan cada día cientos de personas en el parisino Museo del Louvre.
Para analizar esta pequeña muestra, resguardada entre dos láminas de vidrio, el equipo utilizó el sincrotrón situado en la ciudad de Grenoble, una especie de microscopio gigante. En el laboratorio, también usaron el análisis con infrarrojos.