Viajamos a Egipto y esta vez no nos empaparemos de su historia escrita en los templos, lo haremos a través de una exposición colectiva, en concreto de una instalación artística del español SpY. Titulada ‘Orb’, se encuentra en la meseta de Giza, a 18 km de El Cairo, y se inspira en la cultura donde estos días descansa. La elección de forma y materiales se basan en elementos matemáticos y simbólicos egipcios, así como en las propias Pirámides. Esta pieza forma parte de la gran exposición ‘Forever Is Now II’, organizada por la UNESCO en colaboración con Art’D’Egypte.
La segunda edición de ‘Forever Is Now’ reflexiona sobre el tiempo y la atemporalidad, la tierra y la historia, la ecología y la humanidad. A través de una experiencia inmersiva de arte público, «la exposición visualiza un futuro anclado en un conocimiento profundo del pasado, lo que indica que no hay concepción del futuro sin historia y que no hay tiempo sin presente», señalan responsables de Art’D’Egypte.
Orb, de SpY
La forma de la obra de SpY alude al número Pi, oculto en la geometría de las pirámides, que se encuentra al dividir el perímetro de una Pirámide por el doble de su altura. La esfera del artista «es una parte invisible de la geometría resultante, ya que una esfera con un radio tan alto como la pirámide tendría una circunferencia de longitud muy cercana al perímetro de la pirámide», señalan desde el estudio de SpY.
La superficie de la obra captura las pirámides, el cielo, el entorno y los espectadores, en un reflejo múltiple. «Hace referencia al papel del espejo circular en el simbolismo egipcio histórico, donde esta vinculado al sol y transmitía nociones de creación y renacimiento».
La otras obras de la exposición ‘Forever Is Now II’
- Secretos del Tiempo, del artista eL Seed. El llamativo color de la escultura, contrasta con el beige monocromático de las Grandes Pirámides.
- Portal de luz, de Emilio Ferro. El artista italiano se inspira en dos papiros antiguos, el Libro de los Muertos y el Amduat. Dos esculturas de metal generan y expanden un haz de luz, siguiendo la perfecta inclinación de las tres pirámides de Giza.
- Arenas vitales, de Jwan Yosef. El artista juega con la capacidad de cambio de forma de las arenas para sumergir aspectos esculpidos de su autorretrato.
- Sueños de Giza, de Pascale Martine Tayou. Hace referencia a la mitología del antiguo Egipto, donde el ‘Huevo Cósmico’ ocupa un lugar primordial del nacimiento y la creación, generando al dios del Sol Ra.
- Espíritu Hathor, de Natalia Clark. La diosa Hathor encarna todo lo que es universalmente femenino: belleza, amor, fertilidad, música, baile, poder…
- Panteones de Deidades, de Teresa Antonio. La artista explica que tomó «cómo metáfora, el concepto de reloj de sol para unir los concepto des sol, tierra y el paso del tiempo».