Hace unos días fuimos invitados por Messika para ver y probarnos sus colecciones estrella. Cada pieza es una obra de arte hipnótica y única en el mundo, cuyos motivos y técnicas se han seleccionado según el criterio de realzar el carácter del diamante. En apenas 17 años la firma se ha colado entre los referentes de la alta joyería. Abrió sus puertas por primera vez en 2005 en París y, desde entonces, sus creaciones han sido objeto de deseo. Heredando el savoir faire de los maestros artesanos y apostando por diseños de vanguardia, Messika ha encontrado la fórmula perfecta que enamora a todas las generaciones. Su última colección, llamada ‘Beyond the light’, explora el antiguo Egipto y se compone de joyas elaboradas delicadamente en oro y diamantes.
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Posiblemente conozcas de Messika algunas de sus joyas más emblemáticas, como la colección Move, totalmente elaborada a mano en oro y engastado con un diamante en movimiento. Se trata de la colección insignia de la firma que ha dado la vuelta al mundo de la mano de su gran embajadora Kate Moss y que acaba de aterrizar en la prestigiosa joyería Wempe, en la calle Serrano 58, en Madrid. Hasta allí fuimos para ver en persona la belleza de cada una de sus joyas.
Esta joven firma, dirigida por Valérie Messika, posee también colecciones concebidas como obras de arte. Hija del célebre comerciante de diamantes André Messika, la diseñadora confiesa que tiene «la mirada entrenada para detectar el detalle más nimio, las sombras más sutiles y las características más imperceptibles».
Akh-Ba-Ka
Antes de acabar el año, Messika escribe un nuevo capítulo en su historia con ‘Beyond the light’. Una de las joyas más impactantes es la bautizada Akh-Ba-Ka, compuesta por diamantes cuyas gemas provienen de una piedra en bruto de 110 quilates.
El collar contiene 2.550 diamantes con un total de 71,49 quilates y su diseño se inspira en el mítico escarabajo alado egipcio. En el centro, descansa un diamante de 33 quilates clasificado como D por su color y F1 por su claridad.
Tiene la particularidad de transformarse en un alfiler al poder extraerse la pieza del collar. Para crear esta joya se necesitaron más de 1.000 horas de trabajo, entre cuatro y cinco joyeros durante seis meses.
Divine Enigma
Disponible en oro amarillo y en oro blanco con diamantes, esta pieza es también transformable y se convierte en un collar con o sin piedras para un look más casual, y un anillo doble.
Move Icónica
Valérie Messika reinterpreta su icónica joya con este conjunto de piezas que se adaptan a la piel y al movimiento de quien lo lleva.
Golden Shield
La gargantilla se inspira en las joyas faraónicas. Está elaborada a mano a partir de una placa flexible de oro amarillo que ha sido pulido hasta conseguir un efecto espejo que realza el diamante.
