De sangre granadina pero madrileño de adopción, durante años Javier Peña intentó encontrar el equilibrio entre todo aquello que le hacía vibrar: la pintura y el motor con su profesión. Porque la de él, es la historia de una arquitecto que necesitaba de manera imperiosa aumentar su lado creativo, y así lo acabó haciendo, convirtiendo lo que era su hobby en una fructífera profesión. Desde 2013, desarrolla su arte bajo un estilo muy particular que giraba entre el pop y el realismo y ha trabajado en la creación de su propia paleta de color. Todo empezaría en el confinamiento: crear su marca de ropa FIKA & Co. (@fikandco) y darle mayor difusión y visibilidad a su faceta de artista y creativo (@jp_artride). Su primer encargo lo recuerda con especial cariño, un retrato de ‘Sitting Bull’ desde Estados Unidos. Ese, fue el primero de los muchos pedidos internacional que vendrían ya que ha tenido ocasión de vender por todo Europa (Francia, Austria, Alemania, y Holanda entre otros) y en especial en Reino Unido, siendo este su mercado principal. Además del mercado europeo, ha tenido oportunidad de llevar su arte a lugares como Nueva York, Australia y Brasil.
Actualmente, como si de un sueño completo se tratara, grandes firmas del motor (una de sus pasiones) como Porsche o BMW se han fijado en él para colaboraciones artísticas de gran valor creativo. DALE AL PLAY es disfruta de la entrevista que le hicimos en su atelier en Madrid.
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«He estado ejerciendo mi profesión de arquitecto durante 11 años hasta que el 2020, justo en la Pandemia. aHÍ, decidí dar un giro a mi vida y dedicarme a mis pasiones, que son la moda, el arte y el motor, y he conseguido como hacer un mix de todas mis pasiones, meterlo en una coctelera y a día de hoy a eso me dedico», nos explica con una amplia sonrisa.
Su trabajo con grandes marcas del motor: otro sueño cumplido
Marcas como Porsche Ibérica o Mercedes AMG llevan años confiando en el talento de Javier Peña, pero fue BMW Motorrad España quien le propuso el gran reto de pintar una moto. Fue tal la repercusión, que BMW Motorrad siguió apostando por el artista pero esta vez retando sus propios límites con una moto eléctrica (CE04)
Tras haber trabajado sobre todo tipo de superficies y tamaños: lienzos de madera o tela, paredes o fachadas, distintas piezas de ropa, móviles, tablas de surf, coches, espejos. «He hecho proyectos con Porsche, he hecho proyectos con Mercedes Benz, un montón de de trabajos que aúnan, como esas tres pasiones de pintura, moda y motor, tanto de dos ruedas como de cuatro. Y también he tenido suerte de hacer otro tipo de proyectos, pero siempre al final aplicando mi arte a todo tipo de superficie. Por ahí hay cascos, tablas de surf, la moto y los lienzos», asegura.
«Es cierto que en mi caso la aplicación del color es totalmente autodidacta. Yo creo que el hecho de dejar salir tu creatividad creo que está abierto a cualquier cosa y quizá, sea por eso que sí que puede ser algo natural. En mi caso realmente surgió más con el objetivo de que fuera mi trabajo, surgió como una expansión de mí, de mi día a día. Era como mi hobby, mi forma de relajarme, de descansar mi cabeza y de coger energía para desarrollar mi actividad profesional y ahora es a lo que me dedico», comenta feliz de saber que lo ha conseguido.
Su dominio del color es una de sus características fundamentales como artista, siendo las tonalidades moradas, violetas y lilas las que más emplea. La piezas hechas para Porsche o Mercedes no se pueden adquirir pero sí realiza trabajos personalizados en motos y coches particulares. Javier Peña es una ejemplo de que cuando algo nos apasiona y vamos a por ello, el resultado puede ser mágico. DALE AL PLAY más arriba, y descubre su universo creativo con nosotros.