Es jueves 3 de octubre y algo ocurre en el Cine Callao. De pronto, las palabras impresas en un libro se pronuncian con la cadencia grave de Pedro Alonso y la vitalidad de Maxi Iglesias. ¿Qué está ocurriendo? Una de esas escenas en las que vemos a la ficción conquistando a la realidad: Javier Castillo llenando un cine de lectores en el estreno de su octava novela El susurro del fuego. El escritor que ha vendido más de 2.500.000 de ejemplares vuelve a las librerías con su primera novela inspirada en España. Hemos hablado con Javier Castillo sobre esta novela y cómo sobrellevar el éxito tras el salto a la gran pantalla de sus historias con Netflix.
- Luz Gabás: «Con tantos personajes y años de historia, tardo unos tres años en escribir un libro»
- Netflix imagina la supervivencia de millonarios en ‘El refugio atómico’, la serie más cara hasta la fecha
Autor superventas, con más de dos millones y medio de libros vendidos, dos de sus novelas adaptadas a la gran pantalla por Netflix y la tercera a punto de estrenarse el 14 de octubre… así es Javier Castillo. Una persona con quien hablar se convierte en un instante de complicidad narrativa: mundos de crímenes, digresiones y la evidencia silenciosa de estar frente a uno de los mayores representantes del thriller nacional.

En esta conversación surgen anécdotas como la de esa primera novela que marcó el inicio de su escritura: Diez negritos, de Agatha Christie. «Lo se perfectamente porque con ocho o nueve años leí el libro y escribí un cuento corto inspirado que se llamaba Cuatro negritos. Y era muy malo», confiesa entre risas, «Yo en ese momento dije: ¿esto se puede hacer? ¿Se puede engañar a la gente leyendo un libro? Porque yo me sentía engañado cuando decía es éste y de repente moría».
Inspiración en lo cotidiano
Hay preguntas casi obligatorias al encontrarte frente a un autor capaz de lanzar a la lista de grandes ventas todas sus novelas. Empezando por la inspiración. Según Javier, esta se encuentra «en casi cualquier gesto» pero, ¿cómo surgen de escenas cotidianas grandes novelas? «Vas por la calle en tu ciudad de siempre y ves a una persona que se tropieza con otra y de repente ya tienes una historia. En casi cualquier historia eres capaz de crear algo que tenga fuerza, si eres capaz de tirar de ese hilo y buscar esa emoción».
Ver esta publicación en Instagram
Cuando Javier Castillo quiere «romper con chispa lo cotidiano», se sienta con su mujer a imaginarse la vida de la gente. «Cuidado con lo que hacéis si estoy cerca, que igual de un gesto sale una novela» bromeaba en la presentación de su novela. Pero en una conversación con él, horas antes de ver cómo llenaba de lectores uno de los cines más emblemáticos de Madrid, descubres que este chispazo puede ser el inicio de un best seller.
«En cada novela hay mucho de mí. Momentos y narraciones concretas que me han costado por el tema o por la voz»
Así fue como comenzó El susurro del fuego, con uno de esos «tropiezos» de la vida durante un viaje a Tenerife que llevan a Javier Castillo a crear grandes historias. «Estábamos en Puerto de la Cruz, caminando por la ermita de San Telmo que es preciosa: una ermita blanca pegada al mar sobre unas rocas de lava negra, había unos banderines en el aire… Fue impresionante la imagen. De repente un chico tuvo una bajada de azúcar y ahí empecé a pensar quiénes son ellos, si eran pareja. Y dije: voy a jugar con eso, eran hermanos. No sólo hermanos, sino que venían aquí por un motivo y tenían muchas expectativas con el viaje y querían celebrar que él había terminado el tratamiento de cáncer y esto iba a ser un nuevo comienzo y pasa esto. Y van al hospital. Y, después, la hermana desaparece».

Porque, por primera vez, el escritor lleva su escritura a adentrarse en la orografía volcánica de la isla para dar luz y forma a la historia de Mario y Laura Ardoz. Dos hermanos mellizos visitan la isla después de que Mario recibiera su última sesión de quimioterapia como consecuencia de un cáncer. Pero tras una recaída y varios días ingresado en el hospital Mario se encuentra con un giro… Laura ha desaparecido.
Así comienza el argumento de El susurro del fuego, un thriller que explora el amor entre hermanos, el dolor, la espiritualidad, la razón… «Exploro en esta novela mucho esa idea de que nuestra vida es nuestra, en el sentido de que la gente que tenemos cerca, recuerda partes de nuestra vida que nosotros no recordamos. Nuestra vida en realidad descansa en otra gente y cuando esa gente se marcha, parte de nuestra vida que nadie nos va a recordar se marcha», apunta el autor.
Ver esta publicación en Instagram
«La primera persona yo la sufro mucho, soy de los que empatizo y me meto en la piel de quien lo narra»
En El susurro del fuego podemos ver su faceta más personal, una narración en la que explora niveles más íntimos de la personalidad de sus personajes. «En cada novela hay mucho de mi. Momentos y narraciones concretas que me han costado por el tema o por la voz«. Especialmente aquellos donde los personajes hablan en primera persona.
«La primera persona yo la sufro mucho, soy de los que empatizo y me meto en la piel de quien lo narra. En El susurro del fuego, Mario habla en primera persona y me duele el narrar cómo el está«. Recordando con ello el proceso de narración de otros personajes como Miren, protagonista de su anterior trilogía.
«Esos momentos de Miren completamente rendida, llamando a su madre… hay momentos que cuando los estás escribiendo te destrozan y terminas llorando a lágrima viva en el despacho», explica. «La escritura tiene algo que es precioso que es la empatía. Leer te la fomenta, pero cuando lo escribes te hace de un modo u otro vivirlo y, cuando lo vives así, te abre la mente muchísimo«.
Por primera vez, ambientada en España
Con El día que se perdió la cordura los lectores recorrimos Boston en invierno, con El cuco de cristal viajamos entre Steelville y Nueva York. Ahora, El susurro del fuego nos acerca a un paisaje más conocido por muchos de nosotros: Tenerife. «Tenía ganas de hacer una novela en España pero necesitaba que tuviera sentido», nos cuenta. «En esta historia al fin tenía una trama que quería que fuese especial, que te hiciera sentirte conectado con la naturaleza, con esta idea de que todos tenemos algo ardiendo que se va avivando».

«El Mirador de las Narices del Teide… Me pareció el lugar perfecto para encontrar el principio de la historia con Laura»
Y las islas tienen eso: «Son islas volcánicas, tienen esa naturaleza tan cambiante. Tienes esta combinación del observatorio astronómico y los proyectos más avanzados de astrofísica y, al mismo tiempo, es una sociedad muy tradicional. Eso me daba el equilibrio perfecto para jugar a esa dualidad de ciencia-religión». En una historia donde uno de los personajes principales, Laura, juega ese doble papel de estudiante de astrofísica que convive con un debate espiritual tras el fallecimiento de sus padres.

Por esto mismo el autor sólo se podía imaginar un escenario tan completo como Tenerife. Fueron muchos los viajes de ida y vuelta para poder recorrer los rincones de la isla que hoy describen el surgir de los acontecimientos de los personajes. De entre todos ellos, «hay uno que me pareció espectacular que es el Mirador de las Narices del Teide», explica Javier Castillo. «Hay una colada de lava negra que una vez que estás ahí, te paras y ves la barbaridad de lo que es una colada de lava, el cráter, la carretera cortándola con las paredes negras a los lados… sientes: ¿Qué barbaridad es esto? Me pareció el lugar perfecto para encontrar el principio de la historia con Laura».
Entre la gran pantalla y el mundo entero
Cuando en 2023 se estrenó en Netflix La chica de la nieve, Javier Castillo vió como su novela cobra vida a través de la interpretación de Milena Smith como Miren. Más tarde llegaría la segunda temporada con la adaptación de El juego del alma.
Ver esta publicación en Instagram
«Abruma que te llegue el libro en un idioma en el que no tienes ni idea de lo que pone. Que te llegue con tu nombre escrito en cirílico y digas: ‘supongo que seré yo’»
Javier Castillo dice que con cada libro explora una cara diferente, pero recuerda con gran emoción como fue haber podido experimentar esa emoción interpretada por el talento de Milena Smith. «Recuerdo el primer visionado de la serie, yo recuerdo llorar realmente en una escena de la primera temporada cuando ella está en el baño y la dicen que grabaron su agresión en el inicio del capítulo cuatro. Yo recuerdo esa sensación al escribir el personaje de Miren».
Y ahora, el 14 de noviembre podremos ver la tercera parte de esa trilogía cobrar vida con la adaptación de La grieta del silencio. «El proceso ha sido con Netflix y Atípica y ha sido muy parecido a las anteriores veces. He estado con los guionistas, trabajando capítulo a capítulo en la adaptación, en las escenas, decidiendo que ese alma de la historia estuviese en la adaptación. Luego ya el equipo de producción se encargaba de la grabación», aunque confiesa haber acudido al rodaje»“siempre que podía».
Ya van tres, pero para Javier Castillo ver como cada novela cobra vida «es un sueño», confiesa, «además de una ventana preciosa para quienes quieren contar historias. De repente te dicen que lo están viendo en Nueva Caledonia o te dicen que es número 1 en un país que no has escuchado en tu vida».
Hablamos de España en esta novela, pero si entramos a definir en cifras sus novelas, los límites se desdibujan. Hasta ahora iban siete novelas, traducidas a más de 24 idiomas y formando parte de las librerías de más de 90 países del mundo. «Turquía, Corea del Sur, República Checa y los países de Europa del Este» son algunos de los países en los que más ha sorprendido el autor reconocer su éxito.
«La verdad es que abruma que te llegue el libro en un idioma en el que no tienes ni idea de lo que pone. Que te llegue con tu nombre escrito en cirílico y que dices «supongo que seré yo»». Confiesa, además, que todas estas portadas hoy relucen en las paredes de su casa, «Voy coleccionando las portadas de otros países y los tengo enmarcados y guardados».
«El éxito o fracaso de un libro te alegra y te abruma pero no depende de ti. Lo que de verdad controlas son las palabras que hay en las páginas de tu libro»
Hay una palabra que persigue a Javier Castillo en este punto de su carrera: el éxito. Y es que la dualidad vive en Javier Castillo, un autor best seller que sigue viviendo en Málaga con su familia. «Yo voy a ver a mi abuela todas las semanas, mis amigos son los de siempre… lo único que ha cambiado es que cuando trabajo viajo para la promoción».
«Hay una lección que aprendí pronto y es que el éxito o fracaso de un libro te alegra y te abruma pero no depende de ti. Lo que de verdad controlas son las palabras que hay en las páginas de tu libro», explica Javier. Hemos repasado anteriormente muchas de las cifras que cuantifican y nos permiten explicar de cara al mundo el éxito de Javier Castillo.
Pero también están aquellos incuantificables que llegaron a la vida de Javier Castillo a raíz de formar una familia numerosa con Verónica Díaz, la Familia Coquete como se conocen en redes. «Ves a tus hijos dándose un abrazo entre ellos y, ¿cómo cuantificas? ¿Cuántos millones de ejemplares es eso?» apunta el escritor.
Ver esta publicación en Instagram
Con su familia, de hecho, se encontrará su siguiente trabajo, su «sueño personal» y el proyecto más personal del autor, que seguramente nunca veremos publicado. «Estoy escribiendo un libro con mi hija y mis hijos, pero con ellos. Pero no que sean los personajes, que la trama salga de ellos. Y no va a ser un cuentecito, sino un libro, libro. Tengo ganas de tenerla pero para ellos, no publicarla, salvo que de repente piense que eso tiene que leerlo más gente».
Hoy coincide en las librerías con grandes nombres como Ken Follet y Dan Braun en la misma semana de lanzamiento. «Con Dan Braun me gusta mucho porque admiro muchísimo cómo planifica, cómo escribe, cómo se ambienta… yo creo que es muy perfeccionista y eso se nota».