Madrid es sinónimo de arte, y cada vez más. Esta semana se inaugura la internacional Opera Gallery en la capital, las galerías están llenas de exposiciones de artistas de renombre y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta la primera retrospectiva de André Butzer en una institución fuera de su país.
Coincidiendo con el 50 aniversario del artista, la muestra reúne una selección de 22 obras, realizadas entre 1999 y 2022, que incluye algunas de sus pinturas más icónicas y revela la dimensión de su experiencia pictórica. Entre ellas se encuentran ‘Aladin y la lámpara maravillosa’ y ‘Sin título’, que pertenecen a la colección privada de Borja Thyssen y Blanca Cuesta, a la que se unirá un cuadro homenaje a Ernst Ludwig Kirchner y a su obra ‘Fränzi ante una silla tallada’.
Con esta exposición monográfica de la obra de Butzer, comisariada por el director artístico del museo, Guillermo Solana, en estrecha relación con el estudio del pintor, se inicia una nueva serie de exposiciones en torno a artistas presentes en la Colección Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza, que se mostrarán en el nuevo espacio expositivo de la primera planta del museo.
Su interés por la teoría del color y su integración con la luz se reflejan en la búsqueda no de un lenguaje preciso, sino en el disfrute pleno de la acción pictórica, consciente y cognitiva. Si bien su obra se puede insertar dentro del expresionismo, Butzer no se ajusta a las definiciones tradicionales del arte y su creación está en constante cambio. En sus cuadros abstractos, el color gris es un aliado de la historia y traslada al espectador a una zona de introspección onírica donde no existe división entre ficción y realidad.
