«Te fuiste de mañanita, sería de la misma rabia…me lleva él o me lo llevo yo…», ‘La gota fría’ de Carlos Vives
Llegamos a las dependencias de Sony Music España con ciertos nervios. No todos los días se entrevista a una historia viva de la canción en español de las últimas tres décadas. Porque sí, eso es lo que es Carlos Vives para América Latina, España y el mundo. Un artista que lleva más de 30 años haciendo bailar y cantar a millones de personas a las que nos une una cosa: el idioma y algo que él, se preocupa por ensalzar desde el principio: la hispanidad. Acaba de tocar en el corazón de Madrid para cientos de miles de personas en un concierto abierto y multitudinario con motivo del Día de la Hispanidad y si algo tiene claro este colombiano tan internacional eso es el orgullo que supone llevar sus raíces allá donde va también, reivindicando la la importancia de sentirnos orgullosos de ser hispanos y valorar más lo que nos une.
A 30 años de ‘La gota fría’, ese vallenato renovado que traspasó fronteras, entrevistamos a un siempre alegre y humano Carlos Vives. No te lo pierdas y ¡DALE AL PLAY!
Cuando decimos que nuestro entrevistado es toda una celebridad, no es un decir. A lo largo de su trayectoria ha vendido más de 20 millones de copias en todo el mundo y posee el récord del mayor número de nominaciones a los Grammy Latinos, con una treintena, a lo que se suman dos Grammys y 17 Grammy Latinos, siendo el primer colombiano en ganar un premio Grammy. El artista Carlos Vives aprovechará este concierto en Madrid para celebrar los 30 años del lanzamiento de la canción ‘La gota fría’ que formó parte de su álbum ‘Clásicos de la provincia,’ de 1993.
Un concierto reivindicando lo hispano y rodeado de amigos
«Para mí fue todo un honor haber cantado en la Puerta de Alcalá, haber traído esos invitados, haber cantado con Juanes, haber cantado con Niña Pastori que siempre quise cantar y hacer una canción con ella y fue genial tenerla de invitado ese día, poder compartir y vernos unidos ante una comunidad hispana que trabaja aquí y que son de todos los colores y de todos los sabores. No unos más encopetados, otros más humildes, pero todos unidos a través de ese sentimiento de hispanidad. Creo que es muy importante», explica con emoción y satisfacción sabiendo que ha formado parte de algo grande que quedará para la posteridad y en la memoria del imaginario colectivo.
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«Nunca soñé con que mi música saliera a otra parte, pero de repente nos traían a España a todas partes, de una manera silvestre. Aquí nunca hubo que hacer una, no hubo que hacer ninguna gran estrategia de mercadeo para ver si pegábamos a un artista en España», asegura el cantante que, junto a artistas invitados como Juanes o Diego Torres, encendió de baile y alegría el fin de semana de la Fiesta Nacional.
30 años de ‘La gota fría’
Tres décadas han pasado de aquel vallenato -nada convencional- que batía récords. Teniendo como referencia la modernidad que mostraban a principios de los 90 los grandes del rock argentino como Fito Páez o Charly García, el artista nacido en la paradisíaca isla de Santa Marta, tenía claro que quería hacer algo nuevo ser moderno y como asegura «buscar su rock and roll» y así, nació ‘La gota fría’. «Quise ser moderno pero como hacían los argentinos, sin renunciar a mis raíces, ya no solamente admirando o copiando todo lo que me gustaba de afuera, sino empezar a buscar un sonido porpio. Entonces ese esa ‘Gota fría’ que yo grabé hace 30 años, ya era de alguna manera una forma atrevida de hacer un vallenato, para la época no era como la forma de los puristas».
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Una canción pegadiza que se salía de la norma y que hoy por hoy sigue siendo todo un himno que se vive y se disfruta bailándolo y cantando sin importar la edad o la procedencia.
Un espejo en el que se miran las generaciones que llegaron después
Cuando a Carlos le preguntamos por Shakira, por aquella canción de ‘La Bicicleta’ -en la que se notaba que ambos compartían esa dicha inigualable de ser colombianos de la costa del Caribe y que, por ende, llevan ese no sé qué en la sangre con un dosis extra de vida y buena vibra añadida-, le brillan los ojos porque su enorme humildad le hace valorar mucho que las generaciones que le siguieron lo hayan tenido y lo tengan como referente y quieran hacer colaboraciones con él.
«Imagínate, Camilo puede ser hijo mío y también forma parte como de una escuela que nosotros iniciamos hace 30 años, de un pop que nació de nuestras identidades, de nuestras cumbias, de nuestros vallenatos y ver cómo una generación como ellos que que es nueva, siguen trabajando con ese sabes, con, con por ese camino y tienen éxito. Y yo digo chas, chas. Buena. Charlie. Era por ahí…», nos dice. Y Carlos… sí, VAYA SI LO ERA!