Parecía que había terminado, pero el juego de las sillas de la moda sigue en activo. Han pasado varios meses desde aquel cambio masivo de directores creativos y, ahora, el resultado se está viendo sobre las pasarelas. Aunque parecía que nos íbamos a llevar más de una sorpresa, hemos de reconocer que se están adaptando perfectamente a las líneas que definen las firmas e incluso haciendo guiños a los comienzos de las mismas, como está pasando con Demna Gvasalia y Gucci. En medio de las fashion weeks y de las presentaciones de las colecciones, Silvia Venturini ha decidido dejar Fendi.

Su perfil no es tan mediático como el de Alessandro Michele o el de Jonathan Anderson, pero proviene de un largo linaje del mundo de la moda que le hace tener esa sangre azul dentro del universo del lujo. Nieta de Adele (fundadora) y tercera generación de la saga Fendi, abre un nuevo capítulo en la casa, habiendo sido una figura determinante en su desarrollo y al crecimiento que hemos estado viendo las últimas décadas. Tanto que la marca tiene un valor actual de 3.000 millones de euros.
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En el comunicado que ha lanzado la marca, con palabras de la diseñadora, esta se despide afirmando: «Mi corazón se dirige a Karl, un maestro extraordinario que me enseñó el arte de compartir, una cualidad determinante en la historia de las mujeres de mi familia», señala Venturini. Es bien conocido que tenía una cercanía especial con su equipo y, aunque Fendi perteneciera al grupo LVMH, para ella eran su familia, afirmando que: «Agradezco también la labor de mi equipo, que es fantástico y ya forma parte de mi familia».

Su trayectoria dentro de la compañía ha dejado una marca imborrable y no sólo porque ha hecho honor a su apellido. Su visión para las tendencias era absoluta y sabía crear iconos. El claro y eterno ejemplo es el bolso baguette, ese modelo que hemos visto a hombros de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York. Un éxito que marcó un hito, que ha cambiado la percepción cultural de la moda y que otras casas han intentado replicar. Un modelo que ha supuesto millones de euros en ingresos para la firma romana.

El pasado octubre, Kim Jones dejaba la dirección creativa del área femenina y Venturini asumió el rol del mismo, con una colección que se presentó en Milán la pasada semana. Además de lo mencionado, la diseñadora complementaba su comunicado con estas palabras: «Ha sido un viaje maravilloso, no solo en el aspecto creativo, sino también en el humano: primero por mi conexión con Karl Lagerfeld, después con Kim Jones y, por último, pero no menos importante, con mi fantástico equipo, que con los años se ha convertido en parte de mi familia».

Pero no todo son malas noticias. Aunque parezca que esta se va de la firma, Silvia Venturini sólo cambia de puesto, asumiendo un rol más relevante dentro de la compañía. Como bien ha afirmado Ramón Ros, CEO de Fendi: «Estoy entusiasmado con los nuevos proyectos que Silvia dirigirá en su nuevo cargo, que contribuirán no solo al legado y los valores de Fendi, sino también al mundo del diseño y la artesanía del universo de la moda».

Aún no sabemos cuál es el rumbo que va a seguir la marca y tampoco hay nombres en la palestra, pero por los movimientos internos que hemos visto durante años en LVMH, caben dos opciones. Por un lado, que doblen la labor a un director creativo existente en otra firma del conglomerado y, por otro, que apuesten por un talento inesperado que de una vuelta a la dirección creativa de Fendi, siempre bajo la atenta mirada de Silvia Venturini.