El retinol comenzó siendo un tratamiento para el acné, pero después se descubrieron sus múltiples propiedades para otros tipos de tratamientos. Para combatir los signos de la edad, disminuir arrugas y aportar firmeza, el retinol se erige, a día de hoy, como uno de los activos antienvejecimiento más potentes. El retinol forma parte de una familia llamada retinoides, en la que también se encuentra el retinal. Ambos tienen aplicación cosmética y su objetivo es ralentizar el envejecimiento, pero sus características son distintas y, por tanto, también, el tipo de pieles en las que se recomienda utilizar cada uno de ellos. Hoy te contamos cuál es la diferencia y para qué tipo de pieles son. ¡Comenzamos!
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Diferencia entre retinol y retinal
Aunque estamos más que acostumbradas a oír hablar del retinol, la familia de los retinoides es bastante extensa. Hasta ahora, el ácido retinoico y el retinol centraban toda la atención, pero hay una forma de vitamina A que conviene que recordemos porque va a dar mucho de qué hablar a partir de ahora: el retinal.
El retinal o retinaldehido es otra forma de vitamina A que, al igual que el retinol, estimula la regeneración celular y la producción de colágeno, combate manchas y marcas de acné.
Retinol vs retinal: Efectividad
Tanto el retinol como el retinal aceleran la regeneración celular y la producción de colágeno para rellenar la piel mientras reducen la apariencia de líneas finas y arrugas. También ayudan a inhibir la producción de exceso de melanina para promover una complexión más iluminada y con tono uniforme. Su principal diferencia es la velocidad en la que producen resultados. El retinal es más potente, más rápido y más fácil de tolerar por todos los tipos de piel.
Ha sido clínicamente probado que el retinol trabaja hasta once veces más rápido que el retinol. Sumado a esto, el retinal tiene una posibilidad más alta de exfoliación que el retinol, lo que contribuye a una piel radiante y con tono uniforme.
¿Existe algún tipo de piel que no deberían utilizarlos?
Nuestra piel es agredida por múltiples factores externos e internos; todas estas agresiones hacen que nuestra piel envejezca y necesitemos activos anti-aging que nos protejan de esas agresiones desde bien temprano.
Eso y el ritmo de vida actual hacen que el retinol y el retinal sean recomendados para todo tipo de pieles, comenzando con concentraciones más bajas y espaciando la aplicación para después ir avanzando en cuanto a concentraciones.
¿Cuándo se aplican?
Es mejor usar el retinol por la noche, ya que se trata de un ingrediente sensible a la luz. Es importante siempre el protector solar durante el día si se aplica retinol. Y, recuerda, cuando se trata de retinol menos es más. Aplicar mucho retinol no aumenta su eficacia.
El retinal se puede aplicar por las noches sobre la piel limpia y seca, evitando el contorno de ojos y de forma progresiva, según nuestro grado de tolerancia. Y de la misma forma que con el retinol, es importante el uso de fotoprotección de amplio espectro al día siguiente.
Aspectos importantes a tener en cuenta
1. De manera gradual. Empieza por dos días a la semana, ya que este ingrediente suele ser irritante al principio. Introdúcelo en tu rutina poco a poco hasta que te sientas cómoda usándolo todas las noches.
2. No mezclar con vitamina C ni exfoliantes. Si quieres usar un sérum o tratamiento que contenga vitamina C, hazlo mejor durante el día y reserva los retinoides para las noches. Además, las noches que los uses, evita utilizar cosméticos que contengan ácidos exfoliantes, ya que pueden provocar irritación.
3. Si tienes la piel seca. Los retinoides aplicados sobre la piel húmeda puede ser muy sensibilizante. Después de lavarte el rostro, espera unos minutos a que esté totalmente seco.
4. Si tu piel es sensible. Si tu piel es sensible y se irrita con facilidad, echa mano de esta técnica por capas: aplica crema hidratante, después retinol y finaliza con otra capa de hidratación.
5. Sin perfumes mejor. Sabemos que los perfumes en los cosméticos son irritantes e inflamatorios para la piel. Pues combinados con retinoides son aún peor.
6. Menos es más. Los retinoides son ingredientes de alta potencia y efectividad, por tanto con una pequeña cantidad es suficiente para todo el rostro.
7. Retenlo con una crema o aceite. Utilizando una crema espesa o un aceite sobre los retinoides, conseguirás mantener la hidratación dérmica y evitarás que se deshidrate durante la noche.
8. No olvides el protector solar. De nada sirve cualquier tratamiento antiedad sin un factor de protección solar. Utilízalo cada mañana y reaplica durante el día.