Música y arte tienen una estrecha relación y muchos artistas demuestran la fiel unión que hay entre ambos términos. Cantar es interpretar, y a través de las palabras muchos son capaces de expresar sentimientos, además de hacer sentir emociones. Las voces flamencas son las que más ahondan en nosotros, pero hay pocas que sepan calar y transmitir ese mensaje que comunican las letras. Hoy entrevistamos a una cantaora flamenca que lleva presente la mayoría de nuestras vidas y que ha sido capaz de poner un género musical tan propio en el mapa. Con motivo de su disco de Navidad, hablamos con Niña Pastori.
Rosa María García (San Fernando, Cádiz, 1978), más conocida como Niña Pastori, lleva toda su vida sobre los escenarios y es una de las artistas que conserva la esencia de un género musical que representa una gran parte de la cultura nacional. Hoy nos presenta su nuevo trabajo que nace bajo el nombre de Feliz Navidad. Este incluye 10 villancicos y 8 clásicos reversionados con su propio estilo, entre los que se encuentra una nueva adaptación de Navidad, Navidad, Blanca Navidad y Noche de Paz, complementado con dos temas completamente inéditos.
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La voz que representa el flamenco
Vemos que la cantaora es una mujer sencilla y cercana, así que lo primero que le preguntamos es ¿quién es Niña Pastori? «Yo creo que soy una persona más en la vida, normal y corriente. Adoro el flamenco, me gusta el cante y disfruto mucho cantando… Es mi escape y mi desahogo». Su pasión por este género musical lo lleva en la sangre y, cuando era una niña, con tan solo cuatro años, acompañaba a su madre, la cantaora gitana Pastora, a todas sus actuaciones. De ahí, el nombre de «la niña de la Pastori» que daría lugar, posteriormente, a Niña Pastori.
Camarón de la Isla fue el artista que descubrió su potencial y la pasión que nacía de sus cuerdas vocales, mientras deleitaba al público con su voz en concursos locales. Un crecimiento que fue constante, hasta que en 1996 ve la luz su álbum Entre dos puertos, de la mano de Alejandro Sanz y ahí es cuando su sonido la lanza a otro nivel. Después de décadas de éxitos, Niña Pastori sentó cátedra y es la guía para muchos artistas flamencos venideros.
Se nota que la Navidad es su pasión y, aunque ya nos dio pinceladas interpretando villancicos en años previos, nos preguntamos el porqué de lanzarlo ahora, a lo que nos responde: «Es un álbum que llevo soñando mucho tiempo y que tenía muchas ganas de hacer. Ha sido complicado porque lo tienes que grabar en verano y es una época difícil, ya que los artistas siempre solemos estar de gira. Así hemos estado un año tras otro, hasta que ha surgido la oportunidad de hacerlo».
Un disco de Navidad con ritmos propios
Mientras escuchamos el disco y según van avanzando las canciones, vemos que hay una influencia latina en los ritmos. Para los que ya la hayan deleitado con su sonido, saben que estos toques son habituales en sus canciones. Lleva años trabajando con ese sonido flamenco, dirigiéndolo hacia una evolución con nuevos detalles. Es complicado combinar esa esencia y fusionarla con esos acordes navideños, para que suene como algunos de los clásicos que hemos escuchado toda nuestra vida. Básicamente, lo que ha hecho es llevar el sello personal de Niña Pastori a Feliz Navidad.
Como en todos los discos, hay temas que siempre se quedan en la mente y son la favorita del artista y, en el caso de Niña Pastori, «las canciones están escogidas por mí y son especiales. Pero sería palillos y panderos que está interpretado a capella y reuní a toda mi familia para grabarla. Es una canción que siempre cantamos y es la estrella de nuestras Navidades. Quería hacerlo para dejar un bonito recuerdo en familia», nos confiesa.
Niña Pastori, toda una vida en los escenarios
En 2025 la artista cumple 30 años sobre los escenarios, y se dice pronto. La industria musical es como una montaña rusa y, aunque suba y baje, siempre hay momentos especiales que recordar. Se lo preguntamos a la artista y nos responde abiertamente: «Es difícil elegir. Los principios fueron duros, pero también muy bonitos. Siempre he sentido el cariño del público, tanto de mi tierra como de fuera de España. Quizás me quedo con este momento, que estoy disfrutando mucho y muy entregada a mi profesión, aunque también priorizo el pasar momentos con mi familia».
En un mundo en el que los sonidos caducan, las letras se quedan obsoletas y el consumo de la música es rápido, es curioso porque ella ha encontrado una fórmula difícil de hallar. Niña Pastori tiene en su haber seis Grammy Latinos y es complicado mantenerse a la altura, pero ella ha conseguido traspasar generaciones. Nos cuenta que es lo más bonito y que en sus conciertos están el abuelo, el padre y el niño. Es algo que nos confiesa que le sigue sorprendiendo.
«Lo importante es trabajar los directos»
Es una fórmula bastante complicada de conseguir, pero ella ha dado con la tecla. De todos los artistas que hemos podido entrevistar en COOL, coinciden en el mismo punto, y es la importancia en escuchar otros tipos de música, ya que esto alimenta la creatividad y da lugar a una evolución sobre el sonido personal y, en este caso, sin perder la esencia. La cantaora nos lo deja claro: «Es una profesión muy complicada. Han cambiado las maneras de llegar y ahora todo es más inmediato. Lo importante es trabajar los directos, luego ya vienen las canciones, pero es un punto a tener muy en cuenta».
Aunque los tonos de los que hemos hablado sean los que vistan su nuevo disco y su carrera, está claro que su voz es la protagonista y que sigue teniendo la misma personalidad de siempre. Un ejemplo fue cuando a principios de este año, en la gala de los premios Goya, interpretó el tema Se acabó en honor a María Jiménez, junto a María José Llergo e India Martínez, donde su voz caló a los presentes, además de los que estábamos al otro lado de la pantalla. Tenemos que destacar ese momento cuando comenzó a interpretar y el silencio invadió la sala. Escuchábamos la voz que representa un tipo de música que es parte de nuestra cultura y que pone el flamenco en la escena internacional.