Si abrimos un diccionario y buscamos la definición de música, nos encontramos lo siguiente: «Arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente». Como amante de la música, cada vez es más complicado encontrar una mezcla de sonidos que te paren en seco e influyan en tu vida, de tal manera que te puedan llevar a una reflexión. En COOL hemos tenido la oportunidad de entrevistar a una artista cuya música llega más allá y, con esta entrevista, hemos conseguido desgranar un poco más de ella. Dale al PLAY y descubre a Mon Laferte.
Norma Monserrat Bustamante Laferte, conocida como Mon Laferte, es una cantante, compositora y artista visual chilena que incursiona su música dentro de una mezcla de ritmos latinos. Así es como se la define, pero va mucho más allá. Cuando se abre la puerta para entrar a la entrevista, vemos a una mujer enfundada en un blazer de Vivienne Westwood con una energía y una luz muy particular… Era ella. Nos da la bienvenida con una increíble sonrisa y, al margen de su estatus de artista, se la ve llana, sencilla y fiel a sí misma, todo ello combinado con una cercanía poco común.
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Después de escuchar parte de su discografía y la profundidad de algunas de sus letras, nos produce mucha curiosidad saber quién es Mon Laferte. «Es un personaje y lo quise crear para enfrentarme al escenario. No soy la misma en el día a día, no uso este outfit de normal y tampoco soy esa persona que se pasa el día llorando con plumas en la cabeza», nos cuenta la artista. Es bastante común que los artistas creen un alter ego con el que enfrentar la habitualidad del mundo de la música, puesto que separa dos vidas, pero al final ese nexo de unión entre dos mundos hace que uno tenga un poco del otro.
Su vida se ha basado en la música y, desde muy pequeña, los sonidos le atraían con un creciente interés sobre ella. En 2003, participó como concursante en un programa para nuevos talentos, Rojo Fama, proclamándose como una de las ganadoras y teniendo la oportunidad de grabar su primer disco, La Chica de Rojo.
Ella siempre fue fiel a sus principios y sabía el tipo de sonido que quería mostrar al mundo, por lo que lo abandonó todo en Chile, para comenzar una carrera en México. Allí se ganó la vida actuando en distintos locales, hasta que en 2009 una grave enfermedad la obligó a retirarse durante algún tiempo de los escenarios.
Tras su recuperación, ahí es cuando Montserrat crea a Mon Laferte. En 2011, apareció un nuevo álbum, Desechable, en el que mostraba una notable evolución musical hacia la música indie. En México también grabó, como vocalista del grupo de metal femenino Mystica Girls, los discos MetalRose y Gates of Hell. Tras cinco años, regresó a Chile para formar parte del jurado de Factor X. Al año siguiente, se editó Tornasol, su segundo disco independiente.
Su voz destacaba ante un panorama musical que estaba evolucionando y tomaba su concepto de la música cómo algo diferente y que merecía la pena escuchar. En 2017, con un nuevo sonido influido por el folclore mexicano y chileno, lanzó La trenza, con su single, Amárrame, que de nuevo debutó en los puestos más altos de las listas latinoamericanas y obtuvo cinco nominaciones a los Grammy Latinos. Se ha ganado el respeto del mundo de la música, puesto que cuenta con más de 100 nominaciones a diferentes premios y, hasta la fecha, ha ganado más de 40.
Cada álbum es un nuevo crecimiento para ella y lo podemos ver en el concepto visual que se baraja e incluso en los sonidos que unen sus profundas letras. Este último trabajo nace bajo el nombre de Autopoiética, que viene de autopoiesis, un término que acuñaron unos biólogos chilenos y se basa en la capacidad que tenemos para autorepararnos. «Yo tomé ese nombre para llevarlo a nivel poético, contando a través de la música que tengo la capacidad de sanarme y repararme a mí misma», nos cuenta Laferte.
«El álbum mezcla sonidos muy eclécticos y distintos entre sí y se puede encontrar cumbia, salsa, incluso puntos electrónicos y alternativos… En definitiva, es una mezcla de todas las cosas que me gustan». La verdad que la artista ha tomado un gran riesgo, puesto que crear una combinación así no es nada sencillo, pero sus sonidos atraen y crean una necesidad de escucharlos en bucle.
Mientras escuchamos la letra de sus canciones, nos damos cuenta de la gran profundidad que tienen y que el mensaje cobra fuera a través de una vos limpia y potente. Este nuevo álbum nos recita el arte de autosanarnos, nos ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos, puesto que seguimos siendo personas, con sentimientos cambiantes y experiencias que nos hacen pensar y reflexionar sobre diferentes puntos de la vida.
«Cuando escribí este disco estaba entrando en los 40 años y entraba en una crisis. No sabía bien quién era. Ya era madre y no me siento como yo pensé que iba a ser una persona de esta edad. Ahora soy una nueva versión de mí, más adulta, y me quiero como soy. He conseguido entender a mis padres e incluso a amigos de mi entorno cercano».
Se nota que su trabajo es muy personal y no sólo en este último disco. Montserrat es la mente detrás de Mon Laferte y sus canciones abren su alma para evolucionar y hacernos entender el mundo, además de seguir ubicando nuestras propias piezas para tener un mayor conocimiento sobre nosotros mismos. Se nota mucho cuando un artista se involucra o no, por la personalidad del resultado y ella dedica tiempo a cada detalle, creando un universo alrededor de un concepto.
El primero de agosto llega uno de sus grandes proyectos a la plataforma Netflix, bajo el nombre de Mon Laferte, te amo. Le preguntamos sobre la realidad que vamos a poder ver y esa parte íntima que tanto nos atrae conocer. En definitiva, conoceremos a Montserrat y a Mon Laferte. «Cuando la productora llegó a mí, no tenían ni idea de lo que querían que fuera el documental, sólo querían seguirme durante un tiempo y retratar mi vida. En ese momento, estaba embarazada y en el proceso de rodaje tuve a mi bebé. Las directoras, que son maravillosas, fueron escarbando y yendo a lo profundo de mi historia. Me da un poco de miedo, pero lo tomaré con distancia».
El futuro de la música de Mon Laferte ya está prácticamente escrito y el próximo álbum está en camino, el cual tenemos muchas ganas de escuchar.
Es curioso porque de las muchas entrevistas que hemos podido hacer en COOL, está ha sido una de las más envolventes. Cuando entras en una sala y te encuentras a la propia artista recibiéndote de una forma cálida, sin distancias, permitiéndote sentir esa luz y esa energía que emana, el trabajo posterior es diferente, ligero y divertido. Al hablar con ella hemos entendido mejor esa sensibilidad que transmiten sus canciones y vemos cómo cada una tiene una pequeña parte de su alma, que vuela a través de unas letras que nos enseñan una valiosa lección: vivir.