Luto en el mundo de la moda, acabamos de decir adiós al diseñador Paco Rabanne. El modisto, de origen español, ha fallecido hoy, dejando un legado de vestidos icónicos y grandes diseños que seguirán siendo eternos pasen los años que pasen. Así ha sido el mensaje que ha enviado la casa de modas que fundó: «La casa de Paco Rabanne desea rendir homenaje a nuestro visionario diseñador y fundador, que falleció hoy a la edad de 88 años de edad. Entre las figuras de la moda más trascendentales del siglo XX, su legado seguirá siendo una fuente constante de inspiración».
Hemos hablado, además, con Mayte de la Iglesia, modelo que trabajó para la firma en el año 2000, así conocemos aun más la figura del gran diseñador. «Yo trabajé para la firma en el 2004 como modelo, presentando las colecciones en las ventas de producto a todos sus puntos de venta», explica para COOL. «Eran semanas y semanas de maquillaje a las 7 de la mañana, desfile, presentación… Y luego tocaba mostrar de manera individualizada las piezas que interesaban a cada uno de los compradores para sus tiendas en los diferentes mercados. Y repetir esquema por la tarde».
Sus orígenes
Francisco Rabaneda nacía en Pasajes, Guipúzcoa, en 1934. Su madre era costurera jefa de Cristóbal Balenciaga, por lo que la moda siempre estuvo en su vida. Exiliado en Francia, estudia Arquitectura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París, y ya por aquel entonces empieza a realizar sus primeros bocetos.
Su visión
Parecía un diseñador venido del futuro, porque sus vestidos metálicos han supuesto un antes y un después en el mundo de la moda. ¿El mejor ejemplo? La actriz Audrey Hepburn en una fiesta en la película Dos en la carretera, de 1967. Esos vestidos de eslabones de metal -empezó a utilizar este tipo de materiales cuando trabajó con la firma de joyería Rhodoïd-, que hemos podido ver en bolsos u otras prendas, revolucionaron la moda y lo seguía haciendo ahora, porque estas últimas temporadas hemos visto este bolso entre grandes prescriptoras de moda. Mayte de la Iglesia reflexiona sobre ello: «La firma vive de hace un tiempo para acá su época dorada entre las nuevas generaciones. De lo cual me alegro mucho… Aunque no conociesen la figura de su fundador, ya que desde que delegó la parte creativa se dedicó a vivir una vida muy tranquila fuera de los focos en sus casas de campo» y añade: «Sus creaciones ‘metaleras’ superaron muchas épocas y siempre será así, o eso espero, por ser algo genuino».
Todo empezó un año antes de esa película, en 1966, cuando presentaba la colección que le dio su hueco en la moda: ‘Doce vestidos imposibles de llevar elaborados con materiales contemporáneos’. Y tan contemporáneos, a día de hoy sigue siendo futurista. Barbarella, la película donde trabajaba Jane Fonda, es otro de esos ejemplos de esta estética fácil de reconocer.
Realizó accesorios para firmas como Dior o Balenciaga, firma en la que había trabajado su madre. Y de alguna manera, se notaba en sus diseños que había estudiado arquitectura. Fue toda esa inspiración y todo su talento lo que le permitió alzar la firma con su propio nombre, que desfiló sobre la pasarela hasta 2009, cuando acaba esa etapa Haute Couture. Aunque eso sí, Paco Rabanne nunca dejó de crear, ya que además de diseñador de moda ha sido un consagrado pintor. También ha seguido celebrando éxitos, como el Premio Nacional de Diseñado de Moda, que le fue otorgado en 2010. La firma continuó trabajando sin él, y su nombre ha sigo encumbrándose también con el lanzamiento de sus icónicos perfumes.
Paco Rabanne nos dice adiós para siempre, pero no se apagará su visión futurista, su manera de ver la moda varios pasos más allá, anticipándose a las tendencias y a lo que estaba por venir. «Es cierto que pertenece a un grupo mítico de diseñadores del que es el último y eso entristece. Sobre todo para quien pone en valor a la figura del creador y no tanto la marca comercial» añade Mayte de la Iglesia. Un nombre más que se va al Olimpo de la moda, cerrando, como dice Mayte, un ciclo de grandes diseñadores.
