Tras una jornada de sol, playa, arena y sal tu piel pide a gritos hidratación y cuidados. Solo así podrás evitar el enrojecimiento, los molestos picores y que se termine escamando estropeando tu deseado bronceado. Para ayudar a que se recupere lo antes posible, te damos una serie de recomendaciones para cuidar la piel después del sol.

Un baño corto y fresco
Nada más llegar a casa o al hotel donde estés alojado, haz del cuarto de baño tu santuario. Date un baño corto con agua más bien fresca, así calmarás la piel y reactivarás la circulación. ¿Por qué no con agua templada? Pues porque cuanto más caliente esté, más deshidratará la piel y, por tanto, potenciará su descamación acortando la vida del bronceado.

Lo más aconsejable es que el gel que utilices no tenga sulfatos ni tampoco fragancias o perfume.

Hidrata la piel
Para cuidar la piel después del sol es importante aplicarse tras la ducha o baño una hidratante, y más si has estado expuesto al sol durante horas. Lo mejor es que la crema sea after sun, pues su composición contiene más activos específicos para refrescar y calmar la piel.

Algunos after sun incluso llevan principios antiinflamatorios que alivian las molestias producidas por el sol. Aunque no la sientas irritada o enrojecida, es recomendable.

Hidrátate por dentro
Igual de importante es hidratarte por fuera que por dentro. Es recomendable ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día ya que, además, te ayudará a mantener la temperatura de cuerpo normal.
Qué hacer cuando aparecen quemaduras
Si la exposición al sol te ha generado quemaduras, tienes que pasar a un plan b: date un baño de arena pues contiene propiedades antiinflamatorias. Para ello, hierve 3 cucharadas de copas de avena en un litro de agua y añádelo a la bañera; después, cuando el agua esté tibia sumérgete durante unos 15 minutos.

- Aloe vera
Utiliza productos de aloe vera ya que ayudan a regenerar la piel y evitará que aparezcan manchas además de reducirla inflamación.

- Vitamina E
Los expertos también recomiendan la vitamina E, pues tienen un gran poder cicatrizante. La vitamina E es el perfecto aliado junto con el protector solar para ralentizar la pérdida de elasticidad de la piel.

Hay infinidad de cremas que contienen esta vitamina y puedes reforzar sus efectos tomando alimentos como los frutos rojos, así como verduras de hoja verde.
