Hay casas que hablan de quien las habita, y otras que directamente lo susurran con elegancia. La de Miren Ibarguren es de estas últimas: discreta por fuera, cálida por dentro, llena de luz, vida y pequeños detalles que la convierten en un verdadero refugio familiar y emocional.
Ubicada en una tranquila urbanización a las afueras de Madrid, esta vivienda que comparte con el director y guionista Alberto Caballero —su pareja y padre de su hijo Rocco— es una declaración de intenciones: aquí no se vive para mostrar, se vive para sentir. En este recorrido te descubrimos cómo es por dentro y por fuera, qué tiene de especial… Y cuánto podría costar un hogar así.
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La casa de Miren Ibarguren en Madrid
Desde fuera, el chalet no intenta impresionar: líneas limpias, fachada clara, mucha vegetación y grandes ventanales. Pero basta cruzar la puerta para entender su magia. Todo está pensado para que la luz fluya, los espacios respiren y la vida suceda sin interrupciones.
Por lo que comparte Alberto Caballero en sus redes, en el corazón de la casa encontramos un salón comedor amplio, diáfano y muy vivido, con suelos de madera en tono cerezo, sofás generosos, estanterías negras repletas de libros y una gran mesa para comer, trabajar o charlar hasta tarde. Un espacio flexible, versátil, real. En una de las paredes, una chimenea de ladrillo visto aporta calidez y carácter, sin necesidad de artificios.
La cocina, aunque menos expuesta en redes, se intuye funcional y luminosa, conectada visualmente con el resto de la casa, como todo en esta vivienda que evita compartimentos innecesarios.
Más allá de los metros cuadrados, lo que llama la atención en el hogar de Miren es su gusto por lo esencial. Todo lo que hay parece estar por una razón: plantas naturales, obras de arte sin pretensión, textiles suaves, objetos personales.
Su pasión por los souvenirs de la casa real británica
La gran protagonista es la escalera de madera y cristal, que se convierte en una escultura funcional en medio de la casa. Conecta las diferentes plantas sin bloquear la luz ni recargar el espacio. En más de una ocasión, la actriz ha confesado su pasión por los souvenirs de la casa real británica y que tiene a la Reina de Inglaterra (de cartón) a tamaño real. En la siguiente foto podemos verlo.
En el exterior, el jardín y la piscina alargada se integran con naturalidad en el paisaje. Un pequeño paraíso urbano donde corretean su hijo y sus inseparables chihuahuas. Hay también un porche comedor, ideal para cenas al aire libre, y una zona chill out que invita a la desconexión. Nada estridente, todo funcional, bello y real.
Miren Ibarguren no es de las que venden su intimidad. Pero lo poco que ha mostrado de su casa refleja exactamente lo que transmite ella como actriz: cercanía, sentido del humor, elegancia sin postureo. La vivienda que comparte con Alberto Caballero es el escenario perfecto para su vida familiar, con espacios abiertos, zonas comunes y rincones personales para trabajar o simplemente estar.
Este hogar también funciona como lugar de creación: guiones, ideas, lecturas. Todo convive en armonía con lo doméstico. El equilibrio entre lo profesional y lo privado se respira en cada estancia.
¿Cuánto cuesta vivir así?
Aunque no hay datos oficiales sobre el precio exacto de la vivienda (ni de dónde está localizada exactamente), se estima que una casa con estas características —estilo, parcela ajardinada, piscina y metros construidos— podría situarse en el millón de euros en el mercado actual. No es una cifra modesta, pero tampoco una extravagancia si tenemos en cuenta la calidad de vida, el diseño y la privacidad que ofrece.
