Hay relevos que marcan época. El mundo de la moda sabía que tarde o temprano llegaría el momento: Anna Wintour, la mujer que durante casi cuatro décadas dirigió con mano firme y gafas oscuras la revista más influyente del planeta, daría un paso al lado. Lo que pocos imaginaban es que el testigo caería en manos de Chloe Malle, una editora de 39 años con apellido ilustre, un currículum forjado en lo digital y una presencia que mezcla frescura, cultura y linaje cinematográfico. Desde este mes de septiembre, Malle es oficialmente la nueva Head of Editorial Content de Vogue en Estados Unidos, la posición que durante casi 37 años encarnó Wintour.
Más que un nombramiento, su llegada simboliza el inicio de un nuevo capítulo para la biblia de la moda, justo a las puertas de la Semana de la Moda de Nueva York.
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La heredera inesperada del trono de ‘Vogue’
El nombre de Chloe Malle ya estaba marcado por el peso cultural mucho antes de aterrizar en Vogue. Hija de la actriz Candice Bergen, icono de Hollywood y televisión, y del director francés Louis Malle, su infancia transcurrió entre platós, estrenos y conversaciones intelectuales. Sin embargo, lejos de conformarse con el prestigio heredado, buscó su propio camino. Estudió Literatura comparada y escritura en Brown University, completó un intercambio en la Sorbona y muy pronto dirigió su energía hacia el periodismo.
Sus primeros pasos fueron en The New York Observer, una escuela de rigor y estilo, antes de que en 2011 fichara por Vogue como social editor. Desde entonces, ha crecido dentro de la casa Condé Nast con una progresión paciente: contributing editor, editora de Vogue.com y, finalmente, directora editorial de la edición estadounidense.

La alumna aventajada de Wintour
En un ecosistema mediático donde lo digital se ha impuesto como lenguaje universal, Malle representa la generación que ha sabido conectar la tradición editorial con los nuevos formatos. Al frente de Vogue.com desde 2023, impulsó proyectos que refrescaron la marca, desde iniciativas interactivas hasta contenidos audiovisuales y podcasts como The Run-Through with Vogue, que co-presenta y que se ha convertido en un canal clave para acercar la moda a una audiencia joven y global.
Su relación con Anna Wintour ha sido, además, de mentora y discípula. La británica la describe como alguien de «imaginación creativa inagotable, sentido del humor y calidez contagiosa». Y la propia Chloe ha reconocido sentirse afortunada de tener a Wintour «a sólo unas puertas de distancia», disponible como guía en este tránsito que puede definir el rumbo de Vogue durante la próxima década.

El peso de un legado inmenso
No es sencillo suceder a Anna Wintour. Su figura no sólo marcó la moda, también se convirtió en un símbolo cultural, caricaturizada en películas, inmortalizada en titulares y respetada,y temida, a partes iguales por diseñadores, fotógrafos y celebrities. Desde 1988, su visión editorial convirtió Vogue en un oráculo del estilo global.
El reto de Chloe Malle será preservar esa autoridad en un tiempo en el que el poder ya no se mide únicamente en páginas impresas ni en portadas icónicas, sino en métricas digitales, impacto audiovisual y viralidad en redes. Malle lo sabe y lo ha demostrado con su paso por la web: su talento está en tender puentes entre la tradición del papel y las dinámicas del presente, sin que una cosa reste fuerza a la otra.

Que Chloe Malle es hija de Candice Bergen y Louis Malle es algo que los titulares repiten con insistencia. Ella misma ha admitido que ese origen le dio privilegio y oportunidades, pero también una presión añadida: la de probar que puede ser mucho más que su apellido. Y lo cierto es que lo ha logrado: sus colegas la describen como una mujer trabajadora, brillante en lo digital y con un instinto certero para detectar el zeitgeist cultural.
El nombramiento de Chloe Malle llega en un momento clave: el lujo se debate entre la exclusividad y la democratización digital; las pasarelas conviven con el espectáculo viral de TikTok; y las revistas deben ser a la vez guardianas de la tradición y laboratorios de tendencias. Con su formación literaria, su experiencia digital y el respaldo de una de las redacciones más poderosas del mundo, Malle se enfrenta al desafío con la mezcla justa de respeto por el legado y ambición por el cambio. Como ella misma declaró: «La moda y los medios evolucionan a una velocidad vertiginosa, y es un honor estar al frente de esta conversación desde Vogue».