Cuando hablamos de tendencias de belleza, es complicado establecer cuándo debemos escuchar y cuándo hacer oídos sordos. Sobre todo teniendo en cuenta los efectos visibles, la mayor parte de los cuales tardan en aparecer después de mucho tiempo aplicando la misma técnica. El mundo beauty es basto e infinito y nosotros queremos hacerte la vida más fácil. Hoy nos centramos en el ayuno cosmético, la tendencia del 2023 que apuesta por eliminar los cosméticos durante determinados días, para lo que hemos recopilado las declaraciones de diferentes y exclusivas marcas cosméticas. Analizamos qué hay de bueno y qué de malo en cuanto al ayuno cosmético.
Ayuno cosmético.. ¿Sí o no?
Hace unos años se empezó a poner de moda el concepto de ‘Skinimalismo‘ o minimalismo cosmético, que aboga por reducir la rutina cosmética al mínimo, aludiendo a que un consumo excesivo de productos con alta carga de activos desentrena la piel.
También hemos visto cómo se ha defendido el uso del retinol o los ácidos exfoliantes, únicamente, un día de cada cuatro, en aras de un supuesto entrenamiento de la piel, como si de un gimnasio beauty se tratara. En resumen, se trata de una serie de ayunos cosméticos que difieren bastante de lo que se comprende en general como una rutina cosmética. ¿Tienen sentido estas alternativas?
Todo depende de qué tipo de ayunos hablamos. No es lo mismo quitarse (u olvidarse) de un cosmético un día, que hacerlo de manera constante o con períodos claramente marcados. Las firmas y, en general, los expertos, se suelen llevar las manos a la cabeza cuando se defienden propuestas de este tipo.
No obstante, el ayuno puede ser útil en algunos casos muy concretos. “Por ejemplo, en determinadas pieles más sensibilizadas, es beneficioso que determinados principios activos se usen de forma espaciada, ya sea porque esa piel no los admite de manera continuada o porque sigamos un proceso de asimilación para que el tejido se acostumbre a ese activo.
Esto suele ocurrir, por ejemplo, con los retinoides, alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos o ciertas formas de vitamina C”, argumenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. La principal desventaja se encuentra en que es probable que se aprecien menos resultados, ya que los activos cosméticos no llegan a ofrecer todas sus capacidades si solo se usan en días alternos o, todavía, incluso más espaciados.
“Por ejemplo, en una piel que ya esté acostumbrada al retinol, no tiene sentido dejar de aplicarlo a diario. Con esto, solo conseguiremos una ralentización de su labor en la piel. Igual que la piel se autorregenera cada día, cada noche deberás aplicar un retinoide que potencie esa renovación celular”, añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
La piel tiene una serie de biorritmos que hacen que repita sus funciones a diario. Si hacemos rutinas de alternancia cosmética, podemos producir que no trabaje óptimamente e incluso que se altere con los diferentes cambios, induciendo a desequilibrios en la función barrera, pudiendo desarrollar un exceso o una falta de lípidos, por citar algún ejemplo.
«Hacer ayuno cosmético de productos con alta carga de activos solo un día a la semana es lo óptimo. Es el tiempo justo para que la piel entienda que también tiene que trabajar por sí misma, pero sin que llegue a intervenir negativamente en la eficacia de un tratamiento o rutina”, explica Raquel González. No deberíamos ayunar más de un día con aquellos productos que son responsables de un equilibrio constante de la piel.
Tampoco aconsejamos hacer un ayuno superior a un día cuando usamos retinol o retinal y nuestra piel ya está acostumbrada a ello. Con esto, solo conseguiríamos frenar el proceso de regeneración celular, reducir la producción de colágeno y, si lo llevamos al extremo, desrretinizar la piel, llevando a al tejido cutáneo a alterarse cuando le apliquemos este producto.