Con Marta Figar de la tienda de decoración Katira: un viaje sin retorno de diseño, artesanía y color

Josefina Grosso
  • Josefina Grosso
  • Mi primer regalo de Reyes fue un micrófono y a los 6 años ya hacía mis primeros pinitos en prensa 'editando' un periódico casero con mis primas llamado 'Informakids'. Esto, por aquel entonces, debió hacer saltar todas las alarmas en mi familia, dedicada en lleno al mundo de la medicina, que asumieron desde el primer minuto que abandonaría el barco sanitario sin pensarlo y sin anestesia. Allá por los 90, estaba ya claro que mi destino, iba encaminado al periodismo y la comunicación. Televisiva y 'plumilla' a partes iguales, me considero periodista multimedia y en COOL, disfruto de todos y cada uno de los reportajes que hago. Las entrevistas en profundidad, son mi pasión. Orgullosa de formar parte de este proyecto que hacemos día a día con exquisita dedicación y esfuerzo. Convencida, como Machado, de que 'se hace camino al andar' y de que lo sueños se trabajan todos los días.
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Katira significa rubia en Venezuela, y a Marta Figar, nuestra protagonista de hoy, así la llamaba su abuelo. Un apodo que se usa del otro lado del océano y que sin saberlo, para esta joven que no llega a la treintena acabaría suponiendo un antes y un después en su vida. Licenciada en Business Administration y con máster en Gestión de Moda y Lujo en Milán, su pasión por los viajes y el diseño la llevó a querer crear algo diferente, lo que acabaría siendo la tienda de decoración Katira, un viaje de no retorno de diseño, artesanía y color. Una travesía con distintas paradas que pone en valor lo handmade de diversos puntos del mundo, esos a los que a nuestra entrevistada le encantaba (y encanta) visitar y traer de cada uno de ellos un trocito en forma de bordados, mantelería, menaje, mobiliario o complementos.

De México a Colombia pasando por Marruecos, Italia, Túnez o la vecina Portugal, Katira es un tienda del Barrio de Salamanca (calle Núñez de Balboa, 52) que invita a soñar con tierras lejanas. Piezas que suponen una explosión de color y pura vida que marcan la diferencia y que sin lugar a dudas, harán de nuestro hogar (o nuestro look) algo diferente. Una vuelta de tuerca atrevida a lo que uno entiende por decoración y que, sin lugar a dudas, sobresale en su entorno.

Con Marta Figar, su alma máter, me cito en la misma tienda, y al llegar, el colorido me abruma hasta la sonrisa. Mientras charlamos, nos interrumpe un cliente y no precisamente uno cualquier: se trata de un señor de unos 80 años que entra con entusiasmo y se pasea con agilidad por la tienda, un hecho no planeado que la lleva a decirnos: «Nos encanta porque atraemos a todo tipo de público y es maravilloso». DALE AL PLAY y date un baño de buena vibra y creatividad en Katira con nosotros.

Descubriendo la tienda de deco Katira

Mart Figar de Katira.
Mart Figar.  (Foto: Fina Grosso)

Más allá de una tienda de decoración

Marta Figar, alma máter de Katira.

La tienda de decoración Katira es mucho más de lo que se espera de un espacio dedicado a embellecer nuestro hogar. Katira es viajar y descubrir. Katira es artesanía, diseño, es llenar un espacio de estampados distintos, fibras naturales y color sin que se resienta el equilibrio de la estancia, es emocionarse con el oficio artesano de cualquier rincón del mundo y querer disfrutarlo todos los días al contemplarlo en un ambiente entre clásico y vanguardista.

Con Marta Figar de la tienda de decoración Katira: un viaje sin retorno de diseño, artesanía y color

«Katira nació del deseo de llevar a cada hogar una combinación de tres de nuestras mayores pasiones: la artesanía, el diseño y los viajes. Para lograrlo, buscamos ofrecer piezas novedosas que han sido cuidadosamente seleccionadas entre los mejores proveedores y artesanos que nos hemos encontrado en los rincones más sorprendentes del mundo, y que representan nuestras experiencias más memorables. Valoramos la calidad y el detalle y queremos transmitirlo a través de nuestros productos únicos y de estilo atemporal, que encuentra el equilibrio entre lo clásico y lo vanguardista», explica con orgullo.

Fina Grosso con Marta Figar

Un viaje al epicentro del color que comienza en México

Detalles en la tienda de decoración Katira
(Foto: Fina Grosso)

«Comencé esta aventura de Katira gracias a los bordados otomís de México. La idea inicial era hacer una marca de moda con esos bordados, pero luego me di cuenta de que cualquier casa era mejor y más bonita con ellos y volqué todos mis esfuerzos en montar una marca de decoración», nos explica la fundadora de la tienda Katira.

Katira, tienda de decoración en el Barrio de Salamanca
(Foto: Josefina Grosso)

«Vendemos de todo. A parte de objetos para el hogar, tenemos mucho textil, mantas, cojines, pantallas de lámparas…. tenemos servilletas de papel, velas, hieleras, bandejas y también estamos empezando a hacer butacas. Además, he empezado a traer ropa o complementos como pendientes hechos a mano hechos en Colombia utilizando Palma de Iraca».

El valor de lo hecho a mano

Colección de pendientes hechos a mano en Katira
Colección de pendientes hechos a mano. (Foto: Fina Grosso)

Durante la charla que mantiene conmigo, a mí me queda aún más claro que al final, quien entra a la tienda Katira y se lleva una de las piezas se está llevando no solamente algo de decoración, sino algo único e irrepetible. «Todo está hecho a mano y te estás llevando una pieza única, porque aunque todos son muy parecidos, todos los productos de ese mismo estampado o forma siempre tienen algo diferente. Y la verdad que es muy especial».

Katira