Katira significa rubia en Venezuela, y a Marta Figar, nuestra protagonista de hoy, así la llamaba su abuelo. Un apodo que se usa del otro lado del océano y que sin saberlo, para esta joven que no llega a la treintena acabaría suponiendo un antes y un después en su vida. Licenciada en Business Administration y con máster en Gestión de Moda y Lujo en Milán, su pasión por los viajes y el diseño la llevó a querer crear algo diferente, lo que acabaría siendo la tienda de decoración Katira, un viaje de no retorno de diseño, artesanía y color. Una travesía con distintas paradas que pone en valor lo handmade de diversos puntos del mundo, esos a los que a nuestra entrevistada le encantaba (y encanta) visitar y traer de cada uno de ellos un trocito en forma de bordados, mantelería, menaje, mobiliario o complementos.
De México a Colombia pasando por Marruecos, Italia, Túnez o la vecina Portugal, Katira es un tienda del Barrio de Salamanca (calle Núñez de Balboa, 52) que invita a soñar con tierras lejanas. Piezas que suponen una explosión de color y pura vida que marcan la diferencia y que sin lugar a dudas, harán de nuestro hogar (o nuestro look) algo diferente. Una vuelta de tuerca atrevida a lo que uno entiende por decoración y que, sin lugar a dudas, sobresale en su entorno.
Con Marta Figar, su alma máter, me cito en la misma tienda, y al llegar, el colorido me abruma hasta la sonrisa. Mientras charlamos, nos interrumpe un cliente y no precisamente uno cualquier: se trata de un señor de unos 80 años que entra con entusiasmo y se pasea con agilidad por la tienda, un hecho no planeado que la lleva a decirnos: «Nos encanta porque atraemos a todo tipo de público y es maravilloso». DALE AL PLAY y date un baño de buena vibra y creatividad en Katira con nosotros.
Más allá de una tienda de decoración
La tienda de decoración Katira es mucho más de lo que se espera de un espacio dedicado a embellecer nuestro hogar. Katira es viajar y descubrir. Katira es artesanía, diseño, es llenar un espacio de estampados distintos, fibras naturales y color sin que se resienta el equilibrio de la estancia, es emocionarse con el oficio artesano de cualquier rincón del mundo y querer disfrutarlo todos los días al contemplarlo en un ambiente entre clásico y vanguardista.
«Katira nació del deseo de llevar a cada hogar una combinación de tres de nuestras mayores pasiones: la artesanía, el diseño y los viajes. Para lograrlo, buscamos ofrecer piezas novedosas que han sido cuidadosamente seleccionadas entre los mejores proveedores y artesanos que nos hemos encontrado en los rincones más sorprendentes del mundo, y que representan nuestras experiencias más memorables. Valoramos la calidad y el detalle y queremos transmitirlo a través de nuestros productos únicos y de estilo atemporal, que encuentra el equilibrio entre lo clásico y lo vanguardista», explica con orgullo.
Un viaje al epicentro del color que comienza en México
«Comencé esta aventura de Katira gracias a los bordados otomís de México. La idea inicial era hacer una marca de moda con esos bordados, pero luego me di cuenta de que cualquier casa era mejor y más bonita con ellos y volqué todos mis esfuerzos en montar una marca de decoración», nos explica la fundadora de la tienda Katira.
«Vendemos de todo. A parte de objetos para el hogar, tenemos mucho textil, mantas, cojines, pantallas de lámparas…. tenemos servilletas de papel, velas, hieleras, bandejas y también estamos empezando a hacer butacas. Además, he empezado a traer ropa o complementos como pendientes hechos a mano hechos en Colombia utilizando Palma de Iraca».
El valor de lo hecho a mano
Durante la charla que mantiene conmigo, a mí me queda aún más claro que al final, quien entra a la tienda Katira y se lleva una de las piezas se está llevando no solamente algo de decoración, sino algo único e irrepetible. «Todo está hecho a mano y te estás llevando una pieza única, porque aunque todos son muy parecidos, todos los productos de ese mismo estampado o forma siempre tienen algo diferente. Y la verdad que es muy especial».