El Frontón Beti Jai, uno de los grandes secretos de Chamberí

Beti Jai
Foto: @banderbeen
Paloma Herce
  • Paloma Herce
  • Periodista especializada en moda, viajes y estilo de vida. Doble graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, Máster COPE de radio. Llevo más de 10 años escribiendo y hablando sobre desfiles, tendencias, restaurantes, viajes y hoteles. En definitiva, los pequeños placeres de la vida. También he trabajado en la sección de Internacional y en agencias de comunicación. De pequeña escribía poesía pero eso no cuenta. Mi leit motiv en la profesión y en la vida es una frase de Diana Vreeland: 'the eye has to travel'.
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Chamberí es uno de los barrios más icónicos de Madrid. En su interior cuenta con seis barrios, con alguno de los lugares más transitados por los madrileños. Desde la fantástica plaza de Olavide, el perfecto lugar para el aperitivo, el precioso Museo Sorolla, restaurantes de moda como Luzi Bombón, Fayer o Narciso; el maravilloso Museo Sorolla, el apatrullado Parque Santander… Y palacios como el de los Marqueses de Bermejillo del Rey… Y otros monumentos declarados Monumento Nacional como el Hospital de Maudes, la Iglesia de San Fermín de los Navarros, el Instituto Valencia de Don Juan, la Residencia de Señoritas, el Palacete de Miguel Maura… Y esta lista hay que añadir el Frontón Beti Jai, uno de los lugares más desconocidos de este madrileño barrio.

Beti Jai
Foto: @zlamla

En el siglo XIX, la nobleza se refugiaba en el País Vasco en los calurosos veranos. San Sebastián y los alrededores se pusieron de moda, por lo que todos los aristócratas que veraneaban allí se hicieron seguidores de la pelota vasca. Este juego de Euskadi se puso de moda así que… ¿por qué no trasladar este juego de tendencia a la capital?

Es entonces cuando se construyen tres frontones en la ciudad de Madrid. Una idea que hay que otorgar a María Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda esposa del rey Alfonso XII y madre de Alfonso XIII. Es entonces cuando surgen Jai Alai, en la calle del nombre de su hijo; Fiesta Alegre en la zona de Argüelles -también en Chamberí-, y Beti Jai, en la calle Marqués de Riscal, en plena zona de Almagro. Beti Jai, traducido del vasco, significa «siempre fiesta». Lo encontramos en el número 7 de la calle.

Beti Jai
Foto: @jarkonian

Es en ese momento cuando los frontones se convierten en uno de los lugares más concurridos de la capital. Por allí se paseaba la aristocracia, convirtiéndose en los lugares de moda. Beti Jai en concreto fue un proyecto del arquitecto Joaquín Rucoba, y el empresario que estaba detrás era José Arana. El arquitecto, artífice de otros proyectos por toda España, hizo un frontón similar en San Sebastián. Durante unos años estos lugares que albergaron el juego de la pelota vasca vivieron un gran esplendor.

Se inaugura a finales de abril, en 1894, y a él acuden 4.000 asistentes. Unos pocos años después, en 1919, Beti Jai deja de ser un frontón para vivir muchas vidas. Desde un lugar que albergaba carreras de caballos, una cárcel o un garaje. Las apuestas y que el juego dejó de estar de moda hizo que los frontones cerraran sus puertas. El único que quedó -de los más grandes cronstruidos-, en pleno barrio de Chamberí, fue Beti Jai.

Beti Jai
Foto: @zlamla

Monumento Nacional desde el año 1991, Bien de Interés Cultural desde el año 2011, el frontón Beti Jai vuelve a abrir sus puertas a los madrileños. Ha sufrido una importante restauración que permite, en estos primeros meses de 2024, que se disfrute de lo que fue. Y es que el frontón Beti Jai está en su 130 aniversario y está disponible para ser visitado estas semanas.

Las lluvias, el paso del tiempo, y que se abandonó a su suerte, hicieron que este frontón entrara en decadencia. Pero el querer recuperar el esplendor de este lugar, de estilo ecléctico y neomudéjar y uno de los más punteros de la época, ha podido con el paso del tiempo.

Beti Jai
Foto: @jarkonian