Ponzano, en pleno barrio de Chamberí, sigue siendo uno de los mejores lugares para irte de cañas. Más que cañas, tapeo. Darse al aperitivo y que se convierta en comida es algo que solo puede suceder en sus barras. Hay grandes restaurantes como El Invernadero o Lana, pero nos vamos a quedar con esos sitios que nos permite encontrar un hueco, tomar un vino o una cerveza, y disfrutar de un bocado espectacular. Ponzano, a pesar del tiempo, sigue apeteciendo… y sigue teniendo grandes proyectos gastronómicos de los que disfrutar.
Restaurante Ponzano
📍Dirección: Calle de Ponzano, 12.
Llevan desde 1986 dando de comer, en su barra y en sus mesas. En este caso nos quedamos en primera zona, para pedir un vino o una cerveza y dejarse asesorar. Los platos de carne no dejan de bailar por delante, y es casi imposible no caer en la tentación de probar uno. Aunque estemos en la barra. Aquí se come lo mismo que en la mesa.
No fallan los escabeche, como el de ventresca o lomo de atún, sus setas a la plancha o su chorizo frito, los bocartes a la bilbaína y por supuesto, sus chuletas: de casina, de vaca vieja asturiana; de rubia gallega, de ternera rosada o de simmental alemana. Ojo con su chuletón de atún, es otro de esos platos que puedes pedir.
Sala de Despiece
📍Dirección: Calle de Ponzano, 11.
Inspirado en las lonjas de pescado y en los mercados centrales, Sala de Despiece surgió para revolucionar la calle Ponzano. Y lo sigue haciendo tiempo después, sigue estando en el candelero y lo mejor, con la barra llena de gente. Los ingredientes de su éxito los sabe Javier Bonet, quien está detrás de este proyecto.
Así lo describía en una entrevista que le hicimos: “nuestro estilo de cocina se ha convertido en un formato interactivo entre la comida, el diseño, el equipo y el cliente”. ¿Qué pedimos? Lo que recomienda el chef: el lomo de carne con melaza SDD, hierbas y ajo dulce o su chuletón cenital.
El Doble
📍Dirección: Calle de Ponzano, 58.
Para muchos es uno de los sitios en los que mejor se tira la caña en Madrid. Está en el chaflán de Ponzano con José Abascal, y su pared de azulejos es ya un icono en la calle. En su barra encontramos personas de todo tipo, y algo que le hace aún más interesante, mucho faranduleo.
Lleva desde 1990 sirviendo tapas de siempre, convirtiéndose en uno de los bares más castizos de la zona -con permiso de Alipio Morales, que también merece una pequeña mención-. Hay que pedir las gambas cocidas y el plato de jamón.
Arima
📍Dirección: Calle de Ponzano, 51.
Los dueños de Arima acaban de abrir Bascoat, uno de los restaurantes de moda de la capital, pero su primer proyecto en Madrid fue en el número 51 de la calle Ponzano, un pequeño local que hace un homenaje a la cocina vasca, en su pequeña barra y su pequeño salón.
Cuenta con un sol Repsol. Aquí hemos venido a darnos un homenaje, aunque sea en su pequeña barra, y lo podemos hacer con su rodaballo, con su pimiento relleno de brandada de bacalao o algunos de sus pinchos, como el talo de oreja, mono de cebolla quemada, manzana ácida y lima con espelette.
La Máquina
📍Dirección: Calle de Ponzano, 39-41.
La Máquina de Chamberí, del grupo La Máquina, es una de esas barras que jamás falla. Por producto, ambiente y servicio. Tiene salón, pero aquí lo que nos apetece es la zona de delante, pegada a la ventana, para ver y dejarse ver y tomarse mientras una caña.
Defienden que tienen las mejores materias primas y que les llega desde las lonjas españolas: de Galicia a Alicante, de Asturias pasando por Huelva o Cádiz. ¿Algunas sugerencias del día? Níscalos a la plancha, gamba blanca del Mediterraneo, boquerón plateado de Málaga, corvina salvaje a la plancha con salsa alicantina…
