Convertir el cuero en arte. Sol&Luna es el punto de referencia de la artesanía de lujo en Madrid. Sus artículos han traspasado fronteras y se distribuyen en las tiendas más exclusivas de todo el mundo. La firma lleva 20 años conquistando a la flor y nata internacional. Detrás de todo hay un rostro, el de Carolina Sánchez de Movellán, fundadora de Sol&Luna, y quien ha conseguido que sus productos pasen de ser artículos cotidianos a artículos llenos de belleza y personalidad que ocupan un espacio en hogares de medio mundo desde hace ya dos décadas. Ahora, la firma se une a Hiwood y lanzan una edición limitada titulada ‘Fragmentos y Surcos’.
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«Comenzamos hace 20 años convirtiendo lo ordinario en extraordinario realizando artículos sencillos que pasaban a ser auténticos objetos de deseo: desde termos, cubos de hielo, bandejas y sillas, pasando por piezas originales como una regadera, elegida como ‘Most Wanted’ por AD USA, una bicicleta o un coche 2 Caballos forrado íntegramente por dentro y por fuera en cuero natural. Ha sido un largo recorrido en el que hemos contando con un gran equipo de profesionales que nos ha acompañado y que hemos completado con nuestra última línea dedicada al orden, ‘Home in Order'», explica Sánchez de Movellán.
«Artículos sencillos que pasan a ser auténticos objetos de deseo»
El trabajo realizado en esta colaboración encaja a la perfección con el nivel de exigencia de ambas firmas. Asimismo, reconocen que el resultado final ha superado con creces todas sus expectativas.
En su afán por seguir innovando, Sol&Luna lleva años trabajando con la mezcla de materiales como el vidrio reciclado, la cerámica, el mimbre y la palma, creando piezas únicas para la decoración. De hecho, en su larga trayectoria ha firmado colaboraciones con diseñadores españoles como: Felipao, Inés Benavides, Guille García-Hoz y Pepe Andreu que han dado como resultado diferentes colecciones cápsula.
Todo comenzó hace más de 20 años, cuando ofrecieron al marido de Carolina, el empresario Carlos Ortiz de Zúñiga, adquirir una finca de cría de ganado en la zona del Chaco Paraguayo. Entonces, comenzaron a forrar termos para beber tereré (una bebida hecha con mate) y a venderlos. Tras ello, se les ocurrió vestir el típico asiento de autobús y diseñarle unas patas. Gracias a que el reconocido interiorista Lázaro Rosa-Violán comenzó a incluir sus piezas en sus proyectos, comenzaron a vender en Nueva York, Londres, París…
Por otros 20 años más 🥂