“Si algún día la velocidad me mata, no llores, estaré sonriendo” (Paul Walker, Fast & Furious)
El estreno de la séptima entrega de ‘Fast & Furious’ está al caer. Va a ser un buen año para los seguidores de las películas de acción, porque a la vuelta de la esquina también tenemos la quinta parte de Misión Imposible. Pero la saga de las carreras callejeras tiene algo de emotivo en esta nueva película, y es que supone la despedida definitiva del actor Paul Walker, muerto hace año y medio en un accidente de tráfico, cuando aún no se había terminado de rodar la película. La frase que da título a este post, es suya.
La afición de Walker por los coches era bien conocida. Tanto, que tenía una impresionante colección de deportivos junto con su amigo Roger Rodas, quien conducía el coche del fatal accidente y que también perdió la vida aquel día. Todos estos coches se encontraban en un concesionario que ambos tenían en Los Ángeles, y que mejor homenaje que repasar los mejores de esa colección, justo ahora que vamos a poder asistir al último trabajo del actor que encarnaba a Brian O’Conner.
Porsche Carrera GT
Podríamos hablarte de las características técnicas del Porsche Carrera GT, una de las creaciones más espectaculares de la marca alemana. Pero preferimos hacerlo del simbolismo que tendrá este deportivo para los seguidores de Paul Walker. Y es que es precisamente en él donde viajaban el actor y Roger Rodas. Conducía el segundo, quien perdió el control a una velocidad estimada de 150 km/h, lo que supuso un fuerte golpe que acabó con el coche incendiado.
Ford GT
Otra de las preciadas joyas de Paul Walker era un Ford GT. No es necesariamente uno de los deportivos más espectaculares de la historia, pero sí uno lleno de simbolismo para la marca del óvalo. La potencia de su motor es de 558 CV. Una bestia ‘made in USA’.
BMW M3
Ya hemos hablado más de una vez en MotorAffinity del BMW M3. No puede ser de otra forma, ya que es una de las creaciones más espectaculares de todos los tiempos de BMW. El bueno de Walker tenía una unidad de la anterior generación, la que escondía en su capó un brutal V8 de 420 CV.
Porsche 911 GT3 RS
El Porsche Carrera GT no era el único modelo de la marca alemana que guardaba Paul Walker en su garaje. También tenía un espectacular 911 GT3 RS. Estamos hablando del 911 más radical de todos, que en su última versión cuenta con un motor de 500 CV de potencia.
Nissan 370 Z
Como ves, no todos los coches de la colección de Paul Walker eran modelos prohibitivos. No era un caprichoso, sino un auténtico amante del mundo de las cuatro ruedas. Por eso guardaba una unidad en su garaje del Nissan 370Z, uno de los coches que le acompañó en alguna de las películas de ‘Fast & Furious’.
Rolls-Royce Ghost
No todo eran deportivos en la vida automovilística de Paul Walker. También era amante de la clase y el lujo. Porque los buenos coches, no tienen porque ser siempre los más deportivos. Prueba de ello es la presencia en su garaje del siempre espectacular Rolls-Royce Ghost.
Ferrari F355 Spider
En toda buena colección de súper coches, sería un pecado que no apareciese un Ferrari. Walker y Rodas tenían el suyo propio. Concretamente apostaron por la versión descapotable del F355. Una buena elección, sin duda.
