7 cosas que haces y pueden romper tu coche
Los coches son máquinas, y como tal hay que cuidarlas. Sin embargo hay veces que nuestro ritmo de vida o directamente nuestra inconsciencia nos lleva a realizar acciones que son bastante dañinas para el vehículo. Muchas de ellas se pueden corregir teniendo un poco más de cabeza, evitándonos de paso disgustos y, sobre todo, costosos pasos por el taller.
Acelerar demasiado en frío
Todas las mañanas salimos corriendo al trabajo. Ya sabéis, atascos, hora punta y demás hacen que muchas veces queramos ir más deprisa de la cuenta. No vamos a ganar mucho tiempo si dejamos de respetar el calentamiento del motor de nuestro coche, al que si le exigimos demasiado antes de tiempo le podemos causar una avería grave. Da tiempo a que todos los elementos cojan su temperatura y luego ya haz uso de toda la potencia que quieras, pero no antes.
No dejar reposar el turbo al parar
Si tienes un coche con motor turbo, tienes que tener paciencia con él al finalizar un trayecto. Conviene siempre estar detenido entre 1 y 2 minutos en punto muerto una vez hayamos aparcado. De esta forma el sistema de refrigeración actuará y el turbo se limpiará. De lo contrario pueden aparecer restos de carbonilla en el circuito provocando una avería.
Mantener la mano sobre la palanca de cambios
Ahora con los coches automáticos es más complicado cometer este fallo, pero si eres de los que aún tiene un manual, ten cuidado. Muchas veces tenemos la costumbre de dejar la mano apoyada sobre la palanca, lo que provoca una presión innecesaria sobre todo el sistema que puede derivar en la rotura de algún elemento.
La presión de las ruedas
¿Cada cuánto miras la presión de las ruedas? Seguro que mucho menos habitualmente de lo que deberías. Circular con más o menos presión de la debida origina un desgaste extra en los neumáticos que es fácilmente evitable.
Circular a menos revoluciones de las debidas
Con la obsesión que existe hoy en día por ahorrar combustible, a veces circulamos a menos revoluciones por minuto de las que debemos. Si notas que tu motor no responde como debe, es que circulas en una marcha demasiado larga. No te cortes en reducir una velocidad, evitarás la aparición de carbonilla en determinados elementos y, por tanto, la llegada de las averías.
Abuso del freno en pendientes
A la hora de bajar un puerto de montaña conviene saber evitar que el coche se embale utilizando marchas cortas. Será el propio freno motor el que nos ayude a no usar de manera excesiva los frenos. Estos pueden sobrecalentarse y perder rendimiento cuando los necesites de verdad.
Mantener el embrague pisado
Muchas veces detenemos el coche en un semáforo y como vamos a arrancar en breve mantenemos la marcha metida y el embrague pisado. Mal hecho. El punto muerto está para algo. Utilízalo y evitarás un desgaste excesivo de esta parte de la mecánica de tu coche.
