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Hay veces que no sabemos cómo pedir ayuda sin parecer débiles, pero hay otras ocasiones donde la gente de nuestro entorno nos dan consejos sin que lo hayamos pedido. Puede ser muy molesto, pero los expertos han dado una explicación de por qué ocurre.
Los expertos en psicología han identificado al tipo de personas que ofrecen su sabiduría sin que nadie lo haya solicitado, y podría revelar ciertas carencias personales, especialmente en el terreno de las habilidades sociales.
Quizás lo hagan con buena intención, pero hay otros motivos ocultos que conviene conocer para evitar conflictos innecesarios y, sobre todo, para proteger nuestra salud mental.
Por qué dar consejos sin que te lo pidan demuestra inseguridad
Una de las principales razones por las que una persona se lanza a dar consejos sin que nadie se lo pida es su incomodidad con el silencio o con la escucha pasiva. Es decir, quieren arreglar lo que tú ni siquiera has considerado un problema, y con ello buscan sentirse útiles o importantes.
La investigación de PsychTests.com, basada en más de 9.000 encuestas, revela que estas personas tienen muchas dificultades para reconocer sus propios errores. De hecho los definen como Busybodies, algo así como entrometidos.
De esta característica de su personalidad, según los expertos, nace esa manía tan molesta de corregir, opinar o intentar ayudar sin que nadie lo necesite realmente o sin que se lo hayan pedido.
Lo más curioso según la encuesta, es que el 75% de las personas que dan consejos sin que se lo pidan se sienten incómodos expresando sus propias emociones. Una prueba clara de que proyectan hacia los demás lo que no saben gestionar en sí mismos.
Los expertos alertan sobre el peligro del falso altruismo al dar consejos
Aunque a veces la intención puede parecer buena, muchos consejos no solicitados esconden un deseo de control. En lugar de ayudar, buscan reafirmar un rol de superioridad. Se colocan en el papel de experto y te hacen sentir como si tú no supieras gestionar tu vida.
Este patrón se da especialmente en personas con tendencias narcisistas o con necesidad constante de sentirse validadas. No soportan ver cómo otros toman decisiones distintas a las suyas y, por eso, intervienen con frases como «Yo en tu lugar haría esto…» o «Yo de ti no actuaría de esta forma porque…».
De hecho, tampoco toleran que se les rechace. Además de aconsejarte sin que lo pidas, pueden llegar a sentirse ofendidos y hasta atacados si no aceptas su opinión. Lo que a primera vista parece una ayuda se convierte en una trampa emocional.
Cómo aprender a responder a las personas que opinan de todo sin que se lo pidas
Aprender a decir que no y poner límites es fundamental para nuestra salud mental. A veces es suficiente con agradecer educadamente el consejo y no seguir con la conversación.
Pero hay en ocasiones donde la persona insiste. En esos casos una alternativa es explicarle que sólo querías compartir tu situación, pero que en ese momento no te apetece buscar soluciones.
En el caso de que ni por esas entienda que no necesitas su consejo, igual es el momento de revisar esa relación. Recuerda que no debes justificar tus decisiones ante nadie.