Crear un vínculo emocional con los más pequeños es una de las grandes preocupaciones a partir de la tercera edad, pero a veces los abuelos cometen el error de pensar que eso lo pueden lograr con cosas materiales, dulces o juegos.
Sin embargo, hay una herramienta psicológica mucho más poderosa que la mayoría de abuelos utilizan sin darse cuenta y que son la clave por la que los nietos sienten devoción por ellos.
La psicología ha confirmado que lo que crea ese vínculo emocional es el respaldo constante y sincero a sus nietos, que sirve como base para construir relaciones sólidas profundas y duraderas.
Lo mejor de todo es que este hábito ni cuesta dinero ni requiere habilidades especiales. Sólo estar presentes, escuchar y ofrecer consuelo.
El papel de los abuelos ha cambiado: cómo estrechar lazos con los nietos
La sociedad ha avanzado y con ella el rol de los abuelos también debería cambiar. Está muy bien que ayuden en la crianza y que formen parte activa de la unidad familiar, pero su papel no debería limitarse al de cuidador cuando no queda más remedio o al de entretenimiento.
Muchos mayores de 60 años están redescubriendo el valor de acompañar emocionalmente a sus nietos. Quizás sigan cometiendo algún error y digan frases que no deberían pronunciar, pero por norma general tienen más paciencia que sus propios padres.
Por ello, es cada vez más habitual que los abuelos se conviertan en una referencia y en un confidente, sobre todo cuando las cosas no marchan bien. Por ejemplo, en situaciones a las que a veces los mayores restamos importancia: un suspenso, una discusión con amigos o simplemente un mal día pueden convertirse en oportunidades para sembrar confianza y seguridad.
Por ello, frases de afirmación y entendimiento mucho más típicas entre las personas de la tercera edad acaban generando un mayor impacto que un premio o un sermón. En términos psicológicos esto es fundamental para desarrollar la resiliencia infantil. Es decir, la capacidad de levantarse tras un fracaso y seguir adelante.
El don de la palabra: el secreto de las personas de la tercera edad para conectar con los más pequeños
Ponemos demasiado énfasis en las cosas materiales, pero de nada sirve la bolsa de chucherías que le regales a tu nieto o el juego en Navidad que le deje Papá Noel en casa si luego no se acompaña de cariño y comprensión.
Una de las cosas que más valoran los niños a la hora de desarrollar vínculos son las palabras amables, el amor incondicional y la sensación de tener un refugio emocional cuando las cosas no les salen bien.
Cuando los abuelos son capaces de transmitir a sus nietos que estarán ahí pase lo que pase, los niños crecen sintiéndose protegidos, valorados y, sobre todo, queridos. Conforme crezcan irán ganando consciencia de ello y te lo agradecerán.
De hecho, un recuerdo muy recurrente entre adultos es cómo un abuelo o abuela supo decir justo lo que necesitaban en un momento bajo. No se trata de grandes discursos, sino de esa frase sencilla y cercana que da fuerzas para seguir.