Cada diciembre vuelve el mismo dilema: qué ponerse para las cenas o la típica foto familiar. Este año, si tienes el pelo gris, hay un color que ilumina el rostro y que sin dudas te hará destacar.
Estamos hablando del color esmeralda. Veamos por qué funciona tan bien en mujeres mayores de 65 años con cabello canoso y cómo puedes llevarlo de forma natural en tus looks navideños. También veremos otros colores que aportan frescura a las pieles maduras y cómo combinarlos para sacarles partido.
El color esmeralda y su efecto en la piel madura
El esmeralda tiene una cualidad especial: ilumina sin exagerar. Es un verde intenso y con la claridad justa para levantar la expresión incluso en días de frío o mucho cansancio. Las pieles maduras, que suelen perder parte de su brillo con los cambios de la edad, responden muy bien a tonos que aportan claridad sin resultar agresivos. El esmeralda aporta vida, suaviza las sombras y da una sensación de frescura.
Si llevas el pelo gris o blanco, el contraste funciona de maravilla, ya que el verde resalta la luz natural del cabello. Además, favorece a casi todos los subtonos de piel: en pieles cálidas añade profundidad, mientras que en pieles frías resalta su luminosidad cristalina.
Un jersey suave, una blusa satinada o incluso un pañuelo cerca del rostro pueden cambiar por completo un look de fiesta. El color ilumina los ojos, perfila la sonrisa y aporta una sensación de energía que no depende del maquillaje.
Además, es un color fácil de combinar con prendas que ya tienes en el armario: negro, gris carbón, marfil, camel, plata y dorado. Si no te apetece llevarlo en una prenda principal, un accesorio sencillo también sirve.
Otros colores que también favorecen a las mujeres mayores de 65 años
Aunque el esmeralda sea un buen protagonista, hay otros tonos que ayudan a dar una sensación de rejuvenecimiento en la piel madura. Veamos algunos.
- Lavanda. Un violeta suave que neutraliza la apariencia apagada y realza los ojos. Funciona muy bien si tu piel tiene un subtono frío.
- Fucsia. Aporta energía y hace que el rostro parezca más despierto. Es perfecto para usar en una blusa o jersey fino.
- Coral rosado. Da calidez sin saturar. Favorece a las pieles cálidas y anima cualquier look de invierno.
- Azul cobalto. Un azul intenso que actúa como un neutro moderno. Define los rasgos y combina con gris, negro o blanco.
- Marfil. Mucho más amable que el blanco óptico. Suaviza la expresión y queda espectacular con el pelo gris.
- Rojo cereza. Elegante y muy fotogénico. Levanta la piel sin endurecerla y funciona bien en prendas cercanas al rostro.
- Verde azulado. Ese punto entre azul y verde que aporta equilibrio y frescura, ideal para quienes buscan un color no muy estridente.
Estos colores te dan margen para jugar según tu estilo y el tipo de evento. Basta con elegir uno o dos tonos que te den luz y combinarlos con prendas básicas que ya uses a diario. Lo importante es llevar el color cerca del rostro, para que su efecto se luzca.