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Resolver conflictos dentro de una relación es una tarea compleja. Las discusiones suelen estancarse cuando ambas personas buscan reafirmar su postura sin llegar a un punto de entendimiento. Un método desarrollado por el psicólogo John Gottman demostró ser eficaz en parejas que buscan solucionar sus diferencias de manera rápida y efectiva. ¿El resultado? Parejas exitosas que superan cualquier adversidad.
El procedimiento consiste en un ejercicio de comunicación estructurada donde cada integrante debe escuchar activamente al otro y expresar su punto de vista sin interrupciones. Aplicado en terapia, ha mostrado resultados positivos, reduciendo la tensión y facilitando la resolución de problemas dentro de la pareja.
El truco que usan las parejas exitosas para resolver conflictos de forma rápida
El psicólogo John Gottman ideó una estrategia que consiste en que uno de los miembros de la pareja exponga su perspectiva, mientras el otro la transcribe y la repite en voz alta. Si hay errores en la interpretación, la persona que expone su punto de vista tiene la posibilidad de corregirlos. Luego, los roles se intercambian.
Caroline Fleck, instructora clínica adjunta en la Universidad de Stanford, fue escéptica cuando conoció este método por primera vez. Según sus palabras, interrumpir una discusión para realizar un ejercicio escrito parecía contraproducente. Sin embargo, al aplicarlo en terapia, comprobó su efectividad: «Es una de las herramientas más útiles en mi práctica», afirmó.
Las claves del método:
- Fomentar la escucha activa: al transcribir lo que dice la pareja, la atención se centra en comprender en lugar de responder.
- Evitar respuestas impulsivas: el ejercicio obliga a ralentizar el proceso de comunicación, reduciendo la confrontación.
- Permitir la corrección: la oportunidad de ajustar la transcripción garantiza que ambas partes se sientan representadas.
La validación es clave en las parejas exitosas
El concepto de validación es fundamental en este método. Muchas personas confunden la validación con estar de acuerdo o aprobar el punto de vista del otro. Sin embargo, la validación no implica aceptación, sino el reconocimiento de que la experiencia del otro es real y legítima.
Durante las discusiones, es común que cada persona repita sus argumentos sin sentirse escuchada. Según Fleck, en la mayoría de los conflictos de pareja, los puntos de vista se reiteran porque uno o ambos integrantes sienten que su opinión no ha sido comprendida.
La validación rompe este ciclo, permitiendo que el diálogo avance. Cuando alguien siente que su percepción es reconocida, la tensión disminuye automáticamente.
¿Por qué la validación es tan importante?
- Reduce la sensación de juicio dentro de la relación.
- Permite que la otra persona sienta que su punto de vista es considerado.
- Genera un ambiente propicio para encontrar soluciones.
- El sesgo de negatividad en los conflictos
Un factor que contribuye a los desacuerdos es el llamado sesgo de negatividad. Este fenómeno psicológico hace que las personas tiendan a enfocarse en los aspectos problemáticos de la relación en lugar de valorar los aspectos positivos. Evolutivamente, este sesgo ha servido para identificar y corregir problemas, pero en el ámbito de pareja, puede ser perjudicial.
Caroline Fleck explica que este patrón lleva a que las personas presten más atención a lo que está mal en la relación en lugar de a lo que funciona. Como resultado, muchas discusiones se centran en señalar errores en lugar de buscar puntos de encuentro.
Aplicar la validación dentro del método de Gottman ayuda a neutralizar este sesgo, ya que cambia el enfoque de la conversación. En lugar de resaltar lo negativo, el ejercicio fomenta una escucha más objetiva y empática.
Los resultados del estudio de Gottman
Este método ha demostrado ser efectivo en parejas exitosas porque transforma la manera en que se comunican. Al priorizar la comprensión por encima de la confrontación, se generan espacios de diálogo donde ambas partes se sienten escuchadas y respetadas.
El objetivo no es necesariamente llegar a un acuerdo en cada discusión, sino garantizar que ambas partes comprendan las emociones y perspectivas del otro. Al lograr esto, el camino hacia una solución se vuelve más accesible.