¿Qué significa tocarse el bigote cuando hablas con otra persona, según la psicología?

El bigote es un símbolo de masculinidad pero tocárselo puede ser un síntoma de nerviosismo en el que deberías fijarte

El significado psicológico de tocarse el bigote.

Hombre con bigote.

Asociamos el bigote a una masculinidad fuerte y muchas personas que deciden dejárselo crecer lo hacen en la búsqueda de demostrar una personalidad tradicional y dominante. Sin embargo, también se convierte en un punto débil de la comunicación no verbal en el que fijarse.

Si quieres saber qué piensa una persona es importantísimo que tengas conocimiento sobre qué significa cada gesto. Por ejemplo, tocarse el bigote durante una conversación tiene varios significados posibles, pero si combinas la explicación de ese gesto con otros como tocarse la nariz o cómo organiza su tiempo no habrá lugar a duda.

Según el contexto y el tipo de personalidad, acariciarse el bigote mientras te hablan con tiene dos significados posibles muy claros. Apréndelos para que no haya ninguna situación social que te pille por sorpresa.

Tocarse el bigote como muestra de duda

Las personas tenemos tendencia a buscar un apoyo táctil en los momentos en los que nos sentimos vulnerables. Por ejemplo, jugamos con nuestro pelo, con un bolígrafo, nos toquiteamos las manos o nos rascamos la nariz.

Las personas con bigote pueden desarrollar una fijación inconsciente con su vello facial. Es una parte que ocupa mucha superficie de la cara y es fácil entretenerse acariciándolo. Si ves que tu interlocutor lo hace es probable que esté nervioso o incómodo.

Es un gesto involuntario pero que puede servirte como señal para redirigir la conversación por otros lugares donde la otra persona se sienta más cómoda. Tocarse el bigote se convierte en una acción de escape para liberar tensión interna y darle a uno mismo mayor sensación de control sobre su cuerpo y, por tanto, sobre la situación.

Por ello, en momentos de gran presión social también es un gesto involuntario para tomar consciencia de uno mismo y no sentirse observado.

El bigote como símbolo internacional de conocimiento

Todo fan de Agatha Christie y de su célebre investigador, Hércules Poirot, se ha imaginado alguna vez al detective belga atusándose el bigote antes de resolver un crimen. Este gesto ha pasado de generación en generación, pero también contiene una explicación psicológica.

Cuando una persona se toca el bigote de forma repetitiva o se riza las puntas con los dedos, es posible que esté intentando procesar una información en su cabeza o reflexionando sobre lo que le estás diciendo.

Si le estás planteando una situación compleja o contándole algo muy específico no deberías preocuparte si ves que realiza este gesto. Lo más probable es que simplemente quiera tener un entendimiento absoluto sobre lo que dices y en ningún caso se trata de que lo estés poniendo nervioso.

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