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La psicología es plenamente consciente de que son los pequeños gestos del día a día los que más información proporcionan sobre la personalidad de la gente y su estado de ánimo. Por ello, se ha atrevido a estudiar cosas tan curiosas como el porqué nos sonamos los mocos en público.
Obviamente este gesto se produce por un resfriado o una alergia, pero no todo el mundo se suena igual. No es lo mismo hacerlo tapándose e ir a un lugar apartado, que sonarte con todas tus fuerzas y haciendo el mayor ruido posible. Esta variedad de formas de afrontar algo tan común es lo que han querido estudiar los psicólogos.
Por todo ello, cómo te suenas en público puede servir como fuente de información directa sobre aspectos profundos de la personalidad y el estado de ánimo. O, al menos, eso es lo que defiende la psicología.
La psicología estudia cómo nos sonamos los mocos en público
Desde el punto de vista de la psicología social, los espacios públicos vienen con una serie de normas implícitas que guían nuestro comportamiento. Sonarse los mocos en público, aunque sea una necesidad fisiológica, puede interpretarse como un acto que desafía estas normas dependiendo del contexto.
En entornos informales, puede considerarse aceptable e incluso ignorarse por completo. Sin embargo, en lugares formales como oficinas, restaurantes o eventos sociales, este acto puede causar incomodidad.
Es decir, aquí lo importante para la psicología es descubrir la capacidad de las personas para analizar un contexto y adaptar su comportamiento a las normas sociales de cada situación. Es tan preocupante sonarse a pleno pulmón en un restaurante, como no ser capaz de tirar los mocos en un parque.
Cómo se relaciona sonarse los mocos con la personalidad, según los psicólogos
Más allá de las normas sociales, sonarse los mocos en público también puede ser una ventana hacia nuestra personalidad. Desde la psicología de la personalidad, este comportamiento podría estar vinculado con rasgos como la extroversión, la impulsividad o incluso la ansiedad.
Quienes lo hacen sin ningún tipo de reparo tienen una gran confianza en sí mismos, pero también podrían caer en una despreocupación hacia la comodidad de los demás.
En cambio, quienes se sienten más incómodos a la hora de sonarse en público suelen tener miedo a ser el centro de atención y prefieren mantenerse en un segundo plano.
Otros significados psicológicos de sonarse en público
Estas son las explicaciones más comunes que ha encontrado la psicología a sonarse en público, pero no son las únicas. Estas son otras alternativas que se han estudiado:
- Expresión de vulnerabilidad: sonarse los mocos en público puede ser una forma de mostrar, intencionadamente o no, un lado más humano y vulnerable.
- Estrategia para reducir tensiones: este gesto puede actuar como una especie de válvula de escape emocional. Las acciones físicas repetitivas, incluso las más simples, pueden ser una manera inconsciente de lidiar con la incomodidad.
- Necesidad de visibilidad: aunque parezca contradictorio, sonarse los mocos de manera evidente puede ser una forma de reclamar espacio o atención en un entorno donde la persona siente que pasa desapercibida.
- Conexión con la autenticidad: algunas personas consideran que responder a una necesidad fisiológica sin preocuparse por las normas sociales es una forma de ser genuino y auténtico.