¿Qué significa el color dorado, según la psicología?

El dorado está asociado al prestigio, la sabiduría y el lujo, pero también tiene connotaciones negativas como la arrogancia o la superficialidad

El significado del color dorado, según la psicología.

Lingotes de oro.

Cuando uno piensa en el color dorado, lo primero que se le viene a la mente es el lujo, el dinero y el prestigio. Sin embargo, la psicología nos ha enseñado que esta tonalidad tiene otro tipo de valores que, de forma innata, asociamos a él.

No todas las connotaciones del color dorado son positivas. Por ello, es esencial que aprendas todos los posibles significados psicológicos de la tonalidad. De esta manera, sabrás en qué contextos usarlo y cómo transmitir emociones a través de la paleta cromática.

¡Aviso importantísimo! No olvides que el color dorado no es lo mismo que el amarillo. Aunque guardan relación, los psicólogos han establecido diferencias esenciales entre ambas tonalidades.

Significados positivos del color dorado en psicología

Tradicionalmente asociamos el dorado a la riqueza, la abundancia y el éxito. Psicológicamente esto se explica en que tiene un simbolismo que relacionamos con el lujo y el prestigio. Desde un punto de vista más mundano, la realidad es que si pensamos en este tono, lo primero que se nos viene a la menta es oro y joyería.

Más allá de eso, la riqueza que transmite el color dorado no es sólo monetaria. También lo vinculamos al poder y a la sabiduría. Por eso en la cultura popular los reyes, los magos, las deidades, etc., aparecen representadas con esta tonalidad.

También está ligado al sol, por lo que lo relacionamos con la energía vital, la calidez y la esperanza. Por ello, es una opción ideal si lo que queremos es levantarnos un poco el ánimo.

En lo referido al éxito, únicamente debemos pensar en las competiciones deportivas para ver la relación. No es casualidad que el dorado siempre se utilice en medallas, trofeos y otras distinciones.

Connotaciones negativas del color dorado

Todos los significados positivos del dorado, tienen su contraparte negativa. Por ejemplo, lo vinculamos a la ostentación, el lujo, la avaricia, etc. Es decir, si lo usamos en exceso puede pasar de transmitir éxito y poder a generar una sensación contraproducente.

Si sobrecargamos la ropa, la decoración del hogar u otras cosas con color dorado, provocaremos el efecto contrario al deseado. Dará la sensación de que queremos aparentar y que tenemos obsesión por lo material.

Al estar ligado al éxito y la perfección, también puede ser una tonalidad muy estresante. Genera expectativas demasiado altas, por lo que conduce a sentimientos como la insatisfacción y la frustración cuando no se alcanzan los estándares impuestos.

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