Si necesitas revisar el correo electrónico continuamente es por esto: lo dice la psicología

Detrás de esta práctica cotidiana, se esconderían factores más profundos que afectan al bienestar y la productividad

Revisar el correo

Hombre revisando su correo electrónico

En muchos entornos laborales, revisar el correo se transformó en una acción casi automática. No importa la hora, el lugar o el estado de ánimo: el impulso aparece, el dispositivo se desbloquea y, con unos pocos clics, se accede nuevamente a la bandeja de entrada. Esta conducta repetitiva, aunque aparentemente funcional, encierra múltiples razones psicológicas.

Las expectativas del entorno laboral, las emociones asociadas a la recepción de mensajes y la necesidad de validación o control influyen de forma significativa en este comportamiento.

¿Cuáles son las razones psicológicas detrás de revisar el correo con frecuencia?

La costumbre de revisar constantemente el correo está muy lejos de tratarse sólo de una cuestión organizativa o de eficiencia. Revisar el correo forma parte de una dinámica más compleja y estas son algunas de las razones psicológicas que podría haber detrás:

¿Qué impactos psicológicos tiene la costumbre de revisar el correo constantemente?

Diversos estudios han evidenciado que revisar el correo de manera habitual fragmenta la atención y reduce la capacidad de realizar tareas profundas. La productividad no aumenta; al contrario, se ve limitada por las constantes interrupciones.

También se ha observado un vínculo con mayores niveles de estrés. Especialmente cuando el correo incluye mensajes con demandas, plazos o conflictos, el acceso frecuente multiplica la exposición a factores estresantes.

En contextos laborales con horarios difusos o trabajo remoto, este hábito debilita la frontera entre lo profesional y lo personal. La sensación de estar permanentemente disponible puede derivar en fatiga, dificultad para desconectar y síntomas de agotamiento emocional.

Una investigación publicada en Academy of Management Best Paper Proceedings concluyó que incluso quienes no responden correos fuera del horario laboral, pero sienten que deberían hacerlo, experimentan más ansiedad y menos bienestar. El efecto, además, se extiende a sus parejas, quienes reportan mayor tensión y menor satisfacción en la relación.

Posibles estrategias para reducir este hábito

A pesar de que muchas recomendaciones insisten en revisar el correo solo una vez por hora o establecer horarios específicos, su efectividad depende de comprender primero los factores que impulsan el hábito. Algunas estrategias útiles incluyen:

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