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Seguro que alguna vez te has sorprendido a ti mismo moviendo las piernas sin parar estando sentado. Es un movimiento involuntario e incluso llega a ser molesto para los demás. Aunque pueda parecer insignificante, la psicología ha demostrado que tiene un significado muy claro.
Los psicólogos han hecho un gran esfuerzo para analizar nuestros gestos corporales, incluido todo lo que hacemos con las piernas y la postura de nuestro cuerpo. Tras años de investigaciones han llegado a un consenso sobre por qué no podemos parar de mover las piernas.
La psicología explica por qué no podemos parar de mover las piernas
Aunque a veces se trata de un hábito inofensivo, en muchos casos está vinculado a situaciones de ansiedad o estrés. Según la psicología, cuando una persona experimenta una sobrecarga emocional, su cuerpo busca una forma de liberar esa tensión acumulada, y el movimiento de las piernas es una manera común de hacerlo.
Los psicólogos también sugieren que este comportamiento puede estar relacionado con la falta de concentración o aburrimiento. En momentos donde alguien no está completamente interesada en lo que está haciendo, el cuerpo encuentra maneras de mantenerse activo, moviendo las piernas de manera inconsciente.
De la misma manera, si notas que alguien mueve todo el rato la pierna puede que sea un gesto inconsciente de que se quiere ir. Hay alguna razón oculta por la que quiere dar por finalizada la conversación y su cuerpo le pide salir de ahí. Al no poder hacerlo, libera la tensión física agitando la pierna.
Explicación científica de los psicólogos sobre mover las piernas todo el rato
Desde una perspectiva psicológica, el movimiento constante de las piernas es una forma de liberar energía reprimida. Las emociones como la ansiedad, la preocupación o incluso la impaciencia pueden manifestarse físicamente, y mover las piernas es una respuesta natural del cuerpo para gestionar esas emociones.
En casos más extremos, este comportamiento puede estar asociado al trastorno conocido como el síndrome de las piernas inquietas (SPI), un desorden neurológico que provoca una necesidad urgente de mover las piernas para aliviar sensaciones incómodas. Aunque no siempre está vinculado a problemas psicológicos, el estrés y la fatiga pueden empeorar los síntomas.
Algunas investigaciones también han señalado que las personas que mueven las piernas constantemente podrían estar buscando aumentar su capacidad de concentración. El movimiento puede ayudar a canalizar la energía nerviosa y, de alguna manera, facilitar que la mente se enfoque en una tarea.
Otros significados psicológicos de mover las piernas constantemente
Los psicólogos han llegado al acuerdo de que esas son las explicaciones más comunes, pero no son las únicas:
- Inseguridad: debido a situaciones estresantes y en las que no nos sentimos capaces.
- Hiperactividad mental: es el reflejo de una sobrecarga cognitiva que intentamos liberar.
- Frustración contenida: es una situación de bloqueo, algo así como morderse la lengua.
- Hábitos adquiridos: a veces simplemente es un hábito inconsciente que alguien ha adquirido con el paso del tiempo.
En todo caso, si notas que no puedes parar de mover las piernas y eso afecta a tu vida diaria o crees que podrías tener el síndrome de las piernas inquietas, no dudes en contactar con un especialista.