¿Qué significa imitar el acento de otras personas, según la psicología?

Lejos de ser un gesto de mala educación, las pequeñas imitaciones pueden ser un ejercicio de empatía y de querer estrechar lazos

La psicología explica por qué imitamos acentos, significado psicológico de imitar acentos, explicación de los psicólogos a imitar la forma de hablar de los demás.

Hombre italiano.

Todos nos hemos sorprendido a nosotros mismos hablando con un acento que no es el nuestro, incluso de forma inconsciente. Un deje gallego, una marcada tonalidad catalana o incluso se nos va la mano para imitar el italiano. Este curioso fenómeno ha sido estudiado por la psicología con unos resultados llamativos.

La interacción con otras personas es mucho más influyente de lo que pensamos e imitar el acento de los demás no tiene por qué ser una burla, aunque pueda incomodarnos. La realidad es que la psicología social ha propuesto que es una manera de intentar generar cercanía y mejorar la comunicación.

De hecho, psicólogos y sociólogos han puesto nombre al fenómeno por el cual imitamos el acento de los demás: acomodación lingüística.

La psicología detrás de imitar acentos: un reflejo de nuestras necesidades

Aunque pueda parecerte de mala educación, la psicología social lleva años estudiando por qué imitamos el acento de los demás y ha encontrado una explicación mucho más benevolente.

Una de las teorías más aceptadas es la Teoría de la Acomodación de la Comunicación, desarrollada por Howard Giles en los años 70. Según esta teoría, los seres humanos tendemos a ajustar nuestro lenguaje y estilo de habla para adaptarnos a nuestro interlocutor. Y eso incluye el acento.

Según algunos psicólogos, imitamos el acento de otros para reducir las diferencias sociales e intentar crear cierta afinidad. Pese a que suene extraño, nuestro cerebro interpreta que, cuanto más nos parezcamos a alguien, más fácil será la conexión interpersonal.

¿Por qué imitamos acentos, según los psicólogos?

Lejos de ser un signo de falta de personalidad, imitar el acento ajeno es, en muchos casos, un indicador de empatía.

Nuestro cerebro procesa los sonidos del otro y, de forma automática, ajusta nuestro propio habla para coincidir parcialmente. Esto ocurre con los gestos (como reírse cuando el otro se ríe), con la postura corporal, y también con el lenguaje.

Eso sí, la clave está en la intención y en el contexto. Si la imitación es forzada o exagerada, puede percibirse como una burla.

De hecho, muchas personas se sienten incómodas cuando notan que alguien ha empezado a copiar su acento, aunque lo haga sin maldad.

Por ello, el truco para algunos expertos es la naturalidad. Si la imitación es leve y espontánea hasta pasa desapercibida y tiene un efecto positivo, pero si roza la burla y es forzada logrará el efecto contrario.

Rasgos de la personalidad de quienes imitan el tono de voz de los demás

Algunos estudios psicológicos han señalado que las personas con una mayor tendencia a imitar el acento de los demás suelen ser más empáticos y disfrutan de una personalidad más abierta.

En cambio, aquellos que mantienen su tono de voz independientemente del contexto o del interlocutor, suelen ser individuos más cerrados e introvertidos.

Sea cual sea el caso, recuerda que no debes confundir las pequeñas imitaciones con la burla por un acento concreto. En esos casos, sí que se puede hablar de mala educación y tiene poco que ver con todo lo que hemos comentado.

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