Prácticamente todo el mundo tiene un hábito definido a la hora de ducharse. Los más extendidos suelen ser dos: tomar la ducha a primera hora de la mañana, nada más salir de la cama, o bien ducharse por la tarde-noche, justo antes de cenar.
En este artículo analizaremos el significado de la primera opción desde el punto de vista de la psicología. Obviamente, no puede afirmarse de manera categórica que sea mejor una opción u otra para todo el mundo. Ambas tienen ventajas e inconvenientes. Pero, para individuos concretos, sí que puede encajar mejor la idea de ducharse por la mañana frente a hacerlo por la noche.
¿Qué significa ducharse nada más levantarse por la mañana, desde el punto de vista de la psicología?
Un estudio del Departamento de Dermatología de la Universidad de Cleveland revela, por ejemplo, que ducharse por la mañana es beneficioso para la piel de las mujeres que se maquillan mucho. Ayuda a eliminar del todo los restos del maquillaje anterior antes de emplear el nuevo para el día que comienza.
Este estudio, liderado por Alok Vij, afirma que en la mente de las personas que se duchan nada más levantarse se genera una especie de «modelo mental» que les ayuda a organizarse y estructurar mejor el día y las tareas que están por venir.
Otra investigación, en este caso a cargo del Shower Repair Centre en Australia en 2019, desveló que el 50% de las personas prefieren ducharse en una franja horaria concreta: entre las 7 y las 8 de la mañana. Psicológicamente esta cifra no parece revelar nada importante, pero un grupo de médicos analizaron después los datos de las personas que escogieron esta opción, y determinaron que la mayoría tendían a ser personas muy organizadas, ordenadas y disciplinadas en su vida.
Esto nos lleva a sacar algunas conclusiones interesantes:
- Ducharse por la mañana temprano ayuda a mejorar del enfoque y la disposición mental del individuo: La ducha puede ser un momento de reflexión y meditación, lo que permite que la mente se aclare y se concentre antes de comenzar las actividades del día.
- Estimulación de la creatividad: se han recogido informes y testimonios de personas que tienen ideas más claras o más creativas mientras se están duchando. Si esto sucede a primera hora de la mañana, podremos recoger los frutos de esta creatividad durante la jornada. Por el contrario, por la noche es posible que se pierdan algunas ideas durante el sueño y el tránsito al día siguiente.
- Aumento de la autoestima: Sentirse limpio y fresco puede mejorar la autoimagen y la confianza en uno mismo, especialmente si se desarrollan trabajos de cara al público. Es algo que influye de modo positivo en las interacciones sociales y las relaciones con los demás.
¿Cuáles son los beneficios de ducharse a primera hora de la mañana?
Más allá de las interpretaciones psicológicas que hemos expuesto, ducharse temprano, aunque a veces da pereza, tiene también algunos beneficios para nuestro bienestar. Por ejemplo:
- Es un ejercicio de disciplina: aunque a veces no nos apetezca tomar la ducha a estas horas, especialmente en los meses de más frío, si vencemos la pereza a diario estaremos construyendo una personalidad fuerte, basada en la disciplina y en la fortaleza mental.
- Estimulación del sistema circulatorio: El agua tibia o caliente puede ayudar a aumentar la circulación sanguínea, lo que puede hacer que te sientas más despierto y alerta.
- Mejora del estado de ánimo: Una ducha matutina puede liberar endorfinas, lo que puede mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés para encarar mejor la jornada. Esto resulta especialmente útil en los días laborales.
- Aumento de la energía: El agua fría, en particular, puede ser revitalizante y ayudarte a sentirte más despierto y energizado para comenzar el día.
- Relajación de los músculos: El agua caliente puede relajar los músculos tensos, lo que puede ser beneficioso si has tenido un sueño incómodo o si te sientes rígido al despertar. De nuevo, este es un beneficio particularmente importante en días laborables, en los que encarar una dura jornada de trabajo habiendo dormido mal puede ser durísimo.
- Mejora de la concentración: Tomar una ducha puede ayudar a despejar la mente y mejorar la concentración desde el principio de la jornada. Esta ventaja la apreciarán sobre todo estudiantes y persona cuya profesión tenga un alto componente intelectual.