Contenido
Muchos de nosotros aprovechamos los segundos que pasamos en el ascensor al salir de casa, para darnos un último vistazo en el espejo y comprobar que vamos arreglados. Lo más sencillo sería relacionarlo con un gesto de vanidad, pero la psicología ha encontrado otros significados.
Los psicólogos llevan años estudiando los pequeños gestos de nuestro día a día, ya que tenemos una menor capacidad para controlarlos. Eso hace que no podamos esconderlos y pueden llegar a indicar mucho más de nuestra personalidad y de nuestro estado de ánimo de lo que podríamos imaginar.
Esto ha provocado que la psicología se haya interesado en por qué nos echamos un vistazo cada vez que vemos un espejo en el ascensor. Porque, no nos engañemos, todos lo hacemos en mayor o en menor medida.
La psicología explica por qué nos miramos al espejo en el ascensor
Los espejos en los ascensores no sólo están ahí por razones estéticas. Uno de los motivos tiene un trasfondo psicológico y es que generan una mayor sensación de amplitud y limitan el ambiente claustrofóbico.
Aunque se ha convertido en un elemento que básicamente utilizamos para comprobar si vamos arreglados, eso no significa que no nos esté sirviendo para otro tipo de cosas.
Por ejemplo, observar nuestro entorno, incluso a través de un reflejo, nos hace sentir que tenemos el control y reduce la incomodidad.
¿Por qué nos miramos al espejo en el ascensor, según los psicólogos?
Otro factor muy importante es la necesidad de autovalidación que sentimos. Es decir, una forma de comprobar que todo está en orden. Es un gesto que hacemos ante la necesidad de controlar la imagen que proyectamos hacia el mundo.
Obviamente, todo debe ser en su justa medida. Lo habitual es que te eches un vistazo en el espejo, pero si te pasas todo el trayecto en el ascensor mirándote como si estuvieras en un tocador, quizás sí tienes un problema de autoestima.
Otros significados psicológicos de mirarse al espejo en el ascensor
Según la psicología, estos son los significados más comunes, pero no son los únicos. Estas son otras posibilidades que te puedes encontrar:
- Autoafirmación y poder: en entornos profesionales, mirar nuestro reflejo puede ser una forma de prepararnos para interactuar con otros y proyectar confianza.
- Mecanismo de defensa social: evitar el contacto visual con extraños mirando al espejo ayuda a reducir la incomodidad en espacios pequeños.
- Conexión emocional: el breve contacto con nuestro reflejo puede despertar una toma de conciencia sobre nuestro estado mental y físico.